Le digo a Irene Morales que escribir la reseña de ‘Bajo el metal‘ me costó porque sentía que prácticamente cada detalle que escribiera podría restar emoción a los potenciales lectores a la hora de leer el libro. Sentía que cada cosa que pudiera decir, era un pequeño spoiler. Y supongo que lo sentía así porque es uno de los libros que más me ha sorprendido en cuestiones de desarrollo. Me costó entrar, ya lo dije, aunque también me culpo a mí misma porque a veces, ya sabéis, uno no está en ello. Pero, de pronto, ‘Bajo el metal’ explota en varias direcciones, a través de varios personajes y con muchos aspectos que disfrutar y con los que quedarse. Ha sido una buena lectura, y la conversación con su autora ha sido una buena conversación.

Las voces que tienen mucho que decir

Hablamos de la construcción de sus personajes, del nacimiento de esta historia y de lo que quería transmitir con ella, de lo que quería que quedara bien reflejado. Me sorprende que me diga que no buscaba lanzar ningún mensaje, porque he visto ¡tantos mensajes sociales!, ¡tantas denuncias!, que cómo va a desprenderse eso solo de los personajes y su historia. Pero sí, así es. Y, como seguramente estéis pensando, eso sucede cuando una historia es real. La historia de ‘Bajo el metal’ es real, se siente real, los personajes se sienten reales, todos ellos, hasta las máquinas.

Hablamos del Japón en el que está ambientado el libro, hablamos de la documentación que tuvo que llevar a cabo y hablamos también de las distopías. Comentamos que igual estamos viviendo una. Hablamos de Carlisle, de ‘Crepúsculo’, de ella como lectora, de cuánto de la lectora Irene Morales hay en la escritora Irene Morales, y de la fantástica comunidad de escritoras y escritores que se ha creado en España. Yo no me siento parte de ella, le digo, porque sólo soy una periodista, pero tengo muchas ganas de dar voz a talentos como Irene, que nos hacen disfrutar y seguir amando esto.

En fin: hablamos de muchas cosas. Y fue un placer. Disfrutad de la entrevista.