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Los héroes de Clint Eastwood

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Con el paso del tiempo, y la madurez cinéfila que lo acompaña, he observado cómo Clint Eastwood se ha ido colando entre mis directores favoritos. Creo que, en realidad, siempre lo fue. Pero nunca lo supe ver. Imagino que porque los focos me hacían mirar en otras direcciones, hacia Martin Scorsese o Pedro Almodóvar. También imagino que porque sentía lejana la figura de la vieja gloria de Hollywood que se había pasado al otro lado, a la silla del director. No supe ver en su día el enorme amor hacia el cine que desprenden todos sus trabajos, así como su tremendo dominio del séptimo arte. Ahora, después de varios años empapándome de sus películas, he comprendido que no existe un mejor constructor de personajes. Al menos no uno tan humano



Los personajes de Clint Eastwood son la demostración de la increíble capacidad del director para bucear en el interior de las personas. Podemos quedarnos con su último largometraje para hablar de ello. En ‘Richard Jewell’, como el propio título indica, todo el protagonismo se lo lleva el peculiar guardia de seguridad que evitó una masacre en el Centennial Park de Atlanta. Fue durante los Juegos Olímpicos del año 1996, un hito que reunió a miles de personas en la ciudad estadounidense. Y que, por lo tanto, la convirtió en objetivo de todo tipo de ataques. En un acontecimiento con tantas aristas, la mirada del director podría haberse dirigido hacia cualquier lado. Y, como ya viene siendo una costumbre, se quedó con el héroe que se sale del molde

Durante el visionado de ‘Richard Jewell’ el espectador se sumerge en el interior de este curioso personaje. Paul Walter Hauser hace lo suyo, por supuesto, con una interpretación que fue inexplicablemente ignorada durante la temporada de premios. Pero sin la construcción del personaje de Eastwood, sería imposible que nos llegara como lo ha hecho. El director va mucho más allá de la fachada de hombre extraño, con comportamientos infantiles que se sale de la norma. Y nos presenta a una persona noble, con unos valores y una honestidad férreos, con sueños y con mucho miedo. Lo hace con sutileza, con naturalidad y con mucha verdad

Estos son los héroes en torno a los que gira el cine de Clint Eastwood últimamente. Personas casi anónimas, que se salen de lo marcado por los cánones y que son capaces de hacer cosas extraordinarias. Es esto último, la capacidad de los seres humanos de marcar la diferencia, lo que le motiva, a día de hoy, para seguir haciendo cine. Lo extraordinario dentro de lo ordinario, de lo común. Lejos del brillo de Hollywood está la visión de un Eastwood tan humano como crítico. 


Clint Eastwood

Héroes vs ‘América’

Lo correcto sería decir héroes vs Estados Unidos, pero ya sabemos cómo son estos patriotas. América parece suya. Y en su 90 cumpleaños, no seré yo quien le prive del gusto a Clint Eastwood. Curiosamente, para un hombre que ama tanto a su país, un patriota de los de antes, no le tiembla el pulso a la hora de criticarlo en su cine. Y creo que, precisamente en esa capacidad de señalar los errores, también se aprecia el amor que siente hacia su origen y su hogar. 

No comulgo con muchas de las ideas de Eastwood. De hecho creo que, en ciertos sentidos, estamos cada uno en un polo. Y soy consciente de que en su cine, como en todos, hay un sesgo. Nos cuenta las historias de los héroes a los que quiere ensalzar. Héroes que casi siempre, por no decir siempre, son blancos marginados por la sociedad. A ellos no les falta representación, se han visto en tantas ocasiones que haría falta una gran hoja de papel para apuntar los títulos, pero considero que la mirada de Eastwood sigue siendo necesaria. Y que todos podemos disfrutar de ella. 

Volviendo al hilo, encuentro que esa crítica a la sociedad, al sistema estadounidense y a los fallos que lo acompañan constituyen el aporte de valor definitivo que ensalza su cine. Sus personajes lo sostienen todo; podría pasar horas escuchando a Richard Jewell o acompañando a Earl Stone en sus viajes, por quedarme con los ejemplos más recientes. Pero lo que verdaderamente me pellizca viendo sus películas es su sutil crítica, que no deja de ser afilada por su sutileza. En sus historias, el director rechaza el sensacionalismo de la prensa, la doble moral de la sociedad estadounidense, la corrupción dentro de las fuerzas de seguridad, el menosprecio que sufren los veteranos de guerra, la injusticia que forma parte de la realidad del país y otros muchos aspectos. Y lo hace, generalmente, con historias reales, señalando directamente al espectador, espetándole que eso que ahora le emociona, le indigna o le hace llorar ha sido algo que él mismo ha legitimado. 

Atrás quedaron los flashes y las sonrisas perfectas de Hollywood. A Clint Eastwood le interesan esos veteranos marginados por la sociedad, esas personas capaces de marcar la diferencia pese al rechazo continuo que sufren, esos héroes que lo tienen todo en contra pero siguen luchando, sin fallar a sus valores y a sus principios. Le interesan las personas que no lo tienen fácil, pero que siguen creyendo y que siguen mirando hacia adelante. En definitiva, le interesan los héroes clásicos, pero en la realidad. Sin parafernalia ni glamour. Pero con verdad. 

Rosa Suria
Periodista. Escribo y hablo continuamente de cine, series y música.

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