Sinopsis de “Monstruos S.A.”

Monstruos S.A. es una empresa que se caracteriza por tener unos trabajadores que se encargan de asustar a los niños con tal de conseguir energía con sus gritos. Un día, Sulley y Mike Wazowsky se encuentran con que una niña, Boo, ha entrado al mundo de los monstruos. Desde ese momento, los amigos vivirán un sinfín de aventuras con tal de proteger a la pequeña niña. En ella, descubrirán el amor verdadero y el significado de la palabra amistad.

Si hay una película que nos ha sorprendido desde su estreno esa ha sido ‘Monstruos S.A.’. Con este largometraje Pixar se consolidó como una de las mayores productoras y estudios cinematográficos y no es para menos. Pese a su sencillez nos guardaba grandes enseñanzas y sobre todo, un mensaje encriptado que no siempre se ha querido leer.

La infancia, esa larga y dulce etapa donde los niños siguen siendo niños y se preparan para hacer el salto a esa tormentosa adolescencia cargada de pensamientos vitales. En Pixar eran conscientes de ello y no dudaron en hacer una película que ayudasen a los pequeños de la casa a dar el paso más importante de sus vidas con unos valores esenciales.

‘Monstruos S.A.’ es esa película que cualquier ser humano tiene que ver una vez en la vida. No importa su sencillez. Lo verdaderamente importante reside en la transmisión de unos valores fundamentales de aceptación. Los dibujos animados tienen que cumplirlo y esta película lo cumple con creces. Lo hace con un trío de protagonistas carismáticos y que es imposible no enternecerse con ellos.

La diferencia no es negativa

Desde el inicio de la película se proponen ir un paso más allá y romper todos los límites establecidos. Durante años nos han hecho creer que hay que prejuzgar continuamente y las películas de dibujos animados han sabido jugar con la imaginación del espectador. Lo hacen desde esos monstruos inimaginables que son aterradores y que nos hacen creer que hay que tenerles miedo.

Eso es lo que sucede con Boo, Sulley y Mike Wazoswky. Entre los tres desde el inicio nos hacen ver que vivimos en una sociedad cargada de tapujos y en la que cualquier tipo de reacción o relación personal tienen que ser evitada. Nos han hecho creer que hay que desconfiar de nuestro entorno y de cualquier persona, creándonos un ecosistema de miedos tanto personales como sociales.

En el momento donde aparece Boo, Sulley y Mike se asustan e incluso comienzan repudiándola. Pese a eso, se dan cuenta de que están cometiendo un grave error. El lado humano de esos monstruos hace que la protejan aunque originariamente no quieran. Todo ello hace que la cuiden antes de querer comercializar con ella desde la empresa.

Desde el inicio se dan cuenta de que la historia que le han contado desde la empresa tiene importantes lagunas. Si supuestamente los humanos matan a los monstruos, ¿por qué a Sulley no le pasa nada cuando tiene a Boo colgada en su espalda? Es en ese preciso momento cuando se dan cuenta de que la historia es en realidad otra y que están rodeados de unos monstruos monstruosos y desalmados que les importa muy poco sus trabajadores con tal de salirse con la suya.

Un amor sin límites

En esta película nos han demostrado que no hay límites. Desde la lejanía y 20 años más tarde tras su estreno, ‘Monstruos S.A.’ nos deja una de las mejores lecciones posibles. Durante años nos han hecho creer que todo tiene un orden establecido y que salirse de la normalidad es malo. Sin embargo, en esta película nos demuestran que la diversidad y la diferenciación no es negativa.

A lo largo de la película nos percatamos que hay una especie de persecución durante gran parte de la misma sobre Boo y sus protectores, Sulley y Mike Wazowsky. Es en ese momento en el que ambos descubren que tienen una relación especial con la pequeña Boo, y no solo por todo lo que le puede aportar a la empresa, sino que también desde una perspectiva personal.

El conocimiento propio y del entorno permitía que Sulley y Mike pudieran sacar adelante sus intenciones. De este modo, pudieron proteger a la pequeña Boo en todo momento. Así se pudo entender en la recta final de la película. En la película no dudan en jugar con la empatía y sobre todo en el cariño que se le puede coger a lo desconocido.

Vivimos en una sociedad en el que ya no nos sorprendemos casi de nada. Creemos que ya lo sabemos todos y donde la gente actúa por impulsos. Pese a eso, no somos conscientes de todo lo que puede suceder con nuestros actos. En ‘Monstruos S.A.’ nos enseñan todas las maneras de amar posible, desde el enamoramiento carnal y pasional, al enamoramiento profesional, entre muchos otros factores que hay que tener en cuenta.

Un mensaje de amor al mundo

El final de ‘Monstruos S.A.’ es digno de admirar y verlo en bucle. Pocas películas han logrado transmitir tanto en una breve escena en la que es imposible que no se te salten las lágrimas. La relación que se ha establecido entre Sulley y Boo es de esas que te arropan el corazón, y es que el monstruo era consciente de que había actuado mal y que la mejor manera para remediarlo y poder pasar página era despidiéndose de ella.

Con la puerta de la casa de Boo destrozada, Mike consigue reconstruirla, permitiendo que su gran amigo pudiese despedirse y reencontrarse con su pequeña Boo. Del miedo a la felicidad, solo hay un paso. Así se pudo ver con Sulley cuando abría la puerta con miedo porque no sabía que se podía encontrar.

Una vez abierta la puerta, Sulley se encuentra a la pequeña Boo en su cama, algo que le provocaba una amplia sonrisa, quitándose todos los miedos que tenía a lo largo de los años. Con ‘Monstruos S.A.’ se consigue alcanzar ese tipo de amor verdadero que va más allá y que no se asemeja con el amor sentimental. Al contrario, es un amor de padre a hijo, y con el que le agradece que puedan seguir evolucionando tanto personal, como con  la sociedad que están creando en Monstruópolis. Es un amor de admiración, de superación, pero especialmente de cariño donde la diferencia no les han limitado para ser felices.