Este mes de Agosto, llega a nuestras pantallas uno de los largometrajes más sencillos y honestos de los últimos años. ‘La Boda de Rosa’ desprende tanta verdad que te congela, analizando si, en tu día a día, puedes estar cayendo en sus mismos errores. Nathalie Poza da vida a Violeta.

Violeta es uno de esos personajes que, en los primeros compases, parece poco determinante, que está ahí como esa hermana ausente y fantasmagórica. Pero, de pronto, en una comunicación tanto directa como indirecta, vas observando que de todas las personas que rodean a Rosa, Violeta la conoce mejor que nadie. Y comienzas un viaje de emociones con las que conectas hasta el fin de la aventura.

Violeta es esa fuerza, esa mano determinante que todos necesitamos en algún momento de nuestra vida. Esa voz que nos diga “no te detengas, sigue adelante”.

MEW Magazine (MW): ¿Cómo llega ‘La boda de Rosa’ a tus manos?

Nathalie Poza (N.P.): Me llamaron para hacer una prueba, para el personaje de Violeta. Había hecho ya algunas pruebas, para Iciar, a lo largo de los años y tenía muchas ganas de trabajar con ella. Todavía no sabíamos quien era el resto del elenco ni nada. El puzzle se iba colocando tal y como trabaja ella.

La verdad es que fui muy tranquila pensando que no sería mío. Que no me iba a tocar. Y me llevé la grata sorpresa.

MW: ¿Fue fácil empatizar con Violeta?

N.P.: No sé. Empatizar con lo que estaba escrito y quería contar Iciar, sí. Luego está el miedo de si puedes hacerlo o no. Yo siempre paso por unos pánicos previos al rodaje. Al principio me hace mucha ilusión que me den el proyecto y luego ya, cuando se acerca el momento, me voy asustando más (Risas).

Violeta es una mujer que no se lleva bien con el paso del tiempo pero es una tía que te cae muy bien porque es brillante. Porque es alegre. Porque quiere estar feliz. No es alguien con lados oscuros. No es una persona tóxica. Lo que pasa que está viviendo un momento en el que debería parar y mirarse un poco para dentro. Y mirar lo que tiene alrededor. Su hermana, por ejemplo. Bajar las revoluciones y ver qué está haciendo mal. Y por qué se está cargando su vida.

Se le tambalea todo porque está muy desconectada.

MW: ¿Recuerdas si hubo alguna característica que te llamase más la atención que otra para iniciar desde ahí la construcción de Violeta?

N.P.: Que interesante pregunta… Siempre hay algo en los guiones que me da directamente en la tripa, que me toca íntimamente… Había algo en la manera en que niega lo que le está pasando. Hay un momento en el que pierde el trabajo, está bebiendo demasiado y hay como un cierto estupor en ella, como si no supiese por donde le está viniendo el problema.

Puedes ver nuestro shooting con ella AQUÍ. (Revista nº 62)