Esta décima temporada de ‘The Walking Dead‘ ha sido la más accidentada. Con el final improvisado al que tuvimos que acogernos allá por abril, porque la pandemia impidió que este verdadero final estuviera preparado, hemos esperado para asistir al que de verdad iba a ser el último capítulo de esta décima entrega. Que es, por cierto, la penúltima. ‘The Walking Dead’ acabará su gran andadura en la pequeña pantalla con seis capítulos extra de esta décima temporada y una undécima temporada que estará compuesta por 24 episodios. No será lo último que veremos en este escenario y con estos protagonistas, porque también se han anunciado varios spin-offs que nos interesan, pero acaba una etapa. Y en vamos a centrarnos en la penúltima parada: el final de la décima temporada.

No ha sido un mal final, aunque tiene sus cosas. Y aunque es cierto que, después de este parón que hemos sufrido, puede costar conectar con el ritmo trepidante que estaba siguiendo la historia, en el momento en que recuerdas en qué punto abandonaste a los personajes estás dentro de nuevo. Viendo esta décima temporada del tirón, se puede concluir que ha sido un final en la línea de lo anterior y que, de hecho, ha sido una buena temporada. Una buena temporada como hacía tiempo que no era. Me apena que ‘The Walking Dead’ acabe después de estos últimos meses agradables a su lado, pero consciente de que así va a ser no me queda más remedio que encarar su futuro. Y lo hago sabiendo varias cosas.

Sobre la última escena

Lo hago sabiendo que tendremos nuevos enemigos a los que enfrentarnos en los primeros compases. Eugene (Josh McDermitt) y el resto acuden al encuentro de la nueva amiga de éste, tal y como estaba establecido. Pero lo que se encuentran es un ejército de asalto vestido como los Soldados Imperiales y apuntándolos a todos sin contemplaciones. Estos son los nuevos enemigos. Claro que ‘The Walking Dead’ acaba, así que no pueden ser enemigos muy letales. Dudo mucho que la ficción acabe con todos nuestros protagonistas muertos; aunque alguno más cae, seguro. Pero no: los protagonistas sobreviven y encuentran su lugar tranquilo en el mundo.

Todo esto me lleva a lo siguiente: por fin hemos topado de frente con la Commonwealth, que es la súper comunidad que tan importante ha sido sobre el papel y que en la ficción todavía no hemos conocido. Hasta ahora. Empieza nuestro contacto, y no durará mucho (6 + 24 capítulos), así que o bien tenemos la guerra más grande e impactante jamás vista en esta serie, o bien nuestros protagonistas descansarán junto a esta súper comunidad. No sin complicaciones preliminares, claro está.

Los Susurradores han muerto

No esperábamos que fuera a ser así, y es el gran pero de este episodio. Los Susurradores nos han dado bastante miedo, nos lo han hecho pasar bastante mal, y nos han hecho incluso dudar de la supervivencia de nuestros protagonistas, y sin embargo en este capítulo, cuando peor estaban las cosas, han conseguido terminar con todos ellos. Sin excepción. No ha sido a través de una mala estrategia; es decir, la técnica mala no es. Sobre el papel, el plan funciona. El problema es que resulta poco creíble atendiendo al número (numerazo) de Susurradores de los que tenían que deshacerse. Ha costado, pero no ha costado. Nos ha dejado un poco así, así.

A los hechos: los Susurradores han muerto. Se fueron. Ya no están. No hay que temerlos más. La gran horda que había conseguido reunir Alpha ha caído por un precipicio, no volverá a molestar. Ha sido Lydia (Cassady McClincy), ayudada por Carol (Melissa McBride), quien lo ha hecho posible. Fin a este reinado de la muerte.

El asunto con Negan

Negan (Jeffrey Dean Morgan) podría haber muerto también en este capítulo, pues un enfurecido Beta (Ryan Hurst), dolido por el asesinato de Alpha, se lanza a por él. Lo derriba, puede con Negan. Pero aparece Daryl (Norman Reedus). Me encanta seguir llevándome alegrías con Daryl en la décima temporada de una serie tan larga. Y me encanta seguir llevándome alegrías con Negan.

Daryl salva a Negan después de que éste se una a la lucha. Esto significa que el final del súper-villano de la serie (nadie nunca le va a quitar este puesto) se alargará, y también me ha supuesto una alegría. La redención de Negan se veía venir, pero es que me parece bien que hayamos tomado ese camino. Aunque sea tan evidente, aunque lo hayamos visto mil veces antes. A lo mejor se debe al carisma que sigue desprendiendo, aunque de otro modo, Jeffrey Dean Morgan, pero me gusta tener a Negan ahí, me gusta saber que va a tener que redimirse del todo, que ahora le debe su vida a Daryl y que va a tener un final por todo lo alto. Lo sé. Esto último, lo sé.

Ha vuelto Maggie

De hecho, es uno de los primeros rostros que vemos al inicio del capítulo. La vemos cuando Gabriel (Seth Gilliam) intenta animar a dos jóvenes preocupados por el futuro; la vemos mientras Gabriel les dice a esos jóvenes que ahí fuera hay personas que están luchando por ese futuro y que ni siquiera pueden imaginarlo. Una de esas personas es Maggie (Lauren Cohan), que se encuentra leyendo una carta en la que descubre la situación en la que se encuentran sus amigos de siempre.

Así que Maggie vuelve a rescatarlos (acompañada de un ninja). Justo a tiempo, de hecho. Demuestra que sigue siendo el personaje que recordamos, se abraza con Judith (Cailey Fleming) y llega para quedarse. Será una de las protagonistas de los próximos episodios, e imaginamos que con ella llegan historias, herramientas y temores de la comunidad en la que ha vivido durante este tiempo que ha estado ausente.

Sobre Daryl y Carol

Lo que sucede con estos dos me parece sobre todo relevante para entender ese spin-off que protagonizarán, que ya está anunciado. Se encuentran en un punto de cierta desconfianza, porque sus caminos se han separado un poco por los demonios internos que soportan. Al espectador siempre le ha gustado ver cómo son capaces de llegar a la intersección que no han dejado de compartir desde la primera temporada, y esto es exactamente lo que hemos visto de ambos en este último capítulo. Se dicen el uno al otro, con absoluta claridad, que siguen estando ahí para el otro. Carol está sufriendo, Daryl está sufriendo, y están sufriendo por el otro, pero se siguen encontrando. Esta dinámica será importante en los episodios que vienen, porque siempre ha sido importante en la trama general y porque son los dos ganchos más importantes que tiene ahora mismo ‘The Walking Dead’.

Sobre el spin-off. Sospecho que en la última entrega de ‘The Walking Dead’ estará dedicada a resolver los conflictos generales, y que ese spin-off nos llevará a recorrer con estos dos Nuevo México. Ya lo han mencionado varias veces. Quizá ahí encuentren la paz.