Arranca la décima temporada de ‘The Walking Dead’; será este lunes 7 de octubre cuando FOX España emitirá el primer capítulo de la nueva entrega de la ficción. Para todos aquellos que aún no hayan podido disfrutar de él, cuidado con los spoilers en estas líneas.

‘The Walking Dead’ ha asumido un nuevo ritmo de acción narrativa, y podemos confirmar las sospechas de la temporada pasada: le ha sentado bien el cambio de showrunner. Hace tiempo que dejamos de esperar y de buscar la emoción que obtuvimos en las primeras entregas, y también eso juega a su favor. Los que aún seguimos la serie aceptamos la nueva era, y en ocasiones logra convencernos de que merece la pena.

Este arranque de temporada ha sido un buen arranque. Los Susurradores, como ya comentamos en el Teorizando dedicado a la ficción, continúan siendo el enemigo principal. En este episodio, lo son sin que sea necesaria su presencia: nuestros protagonistas los ven, los siente, allá donde van. Se ha instaurado un miedo entre los personajes que no recuerdo haber visto antes; a lo mejor es que se me ha olvidado lo de Negan ahora que le veo recogiendo tomates. Tengo muchas ganas de ver hacia dónde nos conduce este nuevo rol, y espero sinceramente que ‘The Walking Dead’ sepa aprovechar las posibilidades de este personaje y el carisma de Jeffrey Dean Morgan.

Están todos los que siguen importando para la trama, de una forma u otra. Daryl (Norman Reedus) habla de Maggie (Lauren Cohan) para dejar claro que apoya sus últimas decisiones, y Judith (Cailey Fleming) nos recuerda, con Michonne delante, que la figura de Rick Grimes no ha perdido fuerza. A la espera de esa trilogía de películas que nos prometieron, cada vez estoy más convencida de que sabrán introducir de nuevo al protagonista de siempre en el desarrollo de la ficción.

Están todos los que siguen importando: Daryl y Carol (Melissa McBride), que no saben si seguir luchando o escapar juntos; Michonne (Danai Gurira), que se alza como líder del grupo; Aaron (Ross Marquand), que sigue siendo ese secundario de lujo; Eugene (Josh McDermitt), Rosita (Christian Serratos) y Gabriel (Seth Gilliam), junto con Negan, en lo que por momentos parece un universo aparte, anterior. Siddiq (Avi Nash), que sufre de otra manera los actos de los Susurradores.

En este primer episodio hemos comprobado que los Susurradores han cumplido su función como villanos: han asustado a las Comunidades, que se entrenan como un ejército ante posibles nuevas luchas, porque saben que llegarán.

Que viven en tensión desde el último ataque, temiendo la siguiente guerra, conteniendo el aliento ante cada pequeña alarma, evitando cruzar las líneas marcadas. Solo Carol se atreve, o se atrevería, y solo Michonne nos recuerda que hay miedos peores: da más miedo empezar a plantearse, como parece que hace Aaron, si ellos son los buenos o los malos de la historia.

Negan no quiere, según parece, volver a ser el malo. Y puede intuir que se acercan tiempos de dudas.