0

La música…ese frenesí que nos ha mantenido, en muchos momentos en pie, a lo largo de un último año extraño e inesperado. Y Natalia Lacunza nos ha acompañado fijando su carrera a un nuevo nivel. Ofreciéndonos siempre un poco más allá. 

A veces lo único que hay que hacer es trabajar en silencio. Caminar tranquilamente, buscando el sitio adecuado para crecer y fortalecernos. Y este es el camino que Natalia Lacunza ha construido en estos últimos doce meses. Un año convulso que nos ha puesto a prueba. Que nos ha abierto los ojos para poder identificar qué queremos y cómo lo queremos.



‘ep2’ ha sido la confirmación del camino que siempre quiso emprender. Ir a lo diferente. A aquello que le remueva por dentro. Sin indicaciones, ni sonidos estándar.  Buscar más allá de lo que ahora está de moda. De lo que nos impregnan por nuestros cuatro costados. A riesgo de perder por el camino muchas cosas. Pero sin riesgo, ¿qué ganancia hay? 2020 nos ha confirmado lo que ya sospechábamos por allá de ese OT18…que Natalia tenía mucho que aportarnos en este nuestro mercado musical.

‘Algo duele más’, ‘a otro lado’, ‘boys’, ‘ya te vas’, ‘dile’, ‘olvídate de mí’ y ‘llueve’. 7 nuevos temas que se suman a ‘Otras alas’ (su primer ep). 14 temas más colaboraciones que dan esa opción tan ansiada de poder realizar conciertos con temas propios y pocas o nulas versiones. Algo que parece una tontería pero que para un artista no lo es.

Su último lanzamiento en solitario ha sido ‘Nuestro nombre’. Un tema delirante. Que muestra otra nueva Natalia. Donde hace visible, nuevamente, su versatilidad. Y el hecho de que no tiene límites. Junto a un videoclip que pone en alza, aun más, su valor. Un trabajo audiovisual diferente e ideal para las necesidades de la propia artista. En algunas ocasiones los videoclips que ha publicado se han alejado, bajo un punto de vista subjetivo, de lo que ella en sí podía llegar a ofrecernos. Pero, con ‘Nuestro nombre’, sentimos todo lo contrario.



2020 y los conciertos

A pesar de los pesares y de cómo la música está sufriendo, Natalia Lacunza ha podido seguir disfrutando de la música en directo. Al igual que sus fans. Algo que es esencialmente importante para que el público permanezca. Para que los sonidos no se estanquen…para no perder el ritmo. Ni la continuidad tan deseada. Y es que para artistas emergentes los parones pueden ser lo más complicado del mundo. Pero Natalia ha podido vivir este 2020 mejor que otros muchos artistas. Quizá porque la suerte también se queda, a ratos, al lado de quien curra noche y día.

2020 y las colaboraciones

¡Qué bueno que no se hayan detenido! Que se hayan impulsado un poco más. Porque nos da la oportunidad de salir del área de confort y experimentar.  Los 4 que destacamos de este 2020 son de lo mejor que puedes escuchar a nivel global. 

Chill Chicos (si volvemos a querernos)

En canciones tristes hay en Natalia un aura especial. Algo que llega hasta las entrañas. Una forma muy especial de acariciar cada una de las palabras. Bailando al compás de la melodía.



Videoclub (enfance 80)

Hay un gusto musical exquisito en la mente de Natalia Lacunza y lo demuestra con esta colaboración. Un viaje emocional que genera un estado de ánimo sereno. De esos temas que sabes que pueden estar en esa escena final de esa pareja de ensueño que llevas años, temporada tras temporada, espiando a través de tu serie favorita.



Cariño (modo avión)

‘Modo avión’ es una prueba más de las sorpresas inesperadas y perfectas que se ejecutan a través de la música. Esas colaboraciones que llegan para sumar y nunca para restar. Donde todo empasta sin tener que forzar nada. Una canción divertida y que sigue mostrando que Natalia no tiene cima que alcanzar porque, quizá, la cima sea ella misma.


Aitana (cuando te fuiste)

Una de las colaboraciones más esperadas en cuanto se anunció. ‘Cuando te fuiste’ junto a Aitana. Con un toque más pop/rock. Una canción de reivindicación hacia nuestro propio corazón y esas malas situaciones en las que lo solemos colocar. Y que hay que decir adiós cuando la despedida es la única solución honesta que hay. Aprender a cuidarse. A quererse.



Que 2021 nos siga ayudando a experimentar y descubrir cada una de las fronteras y señas de identidad que tiene la música gracias a Natalia Lacunza.

Crítica de ‘Small Axe: El Mangrove’: con un nudo en el estómago

Previous article

Rescatando ‘Outlander’ – 1×10: ¿un caso de brujería?

Next article

You may also like

Comments

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

More in Actualidad