Esta crítica de ‘Memorias de Idhún’ no contiene spoilers.
‘Memorias de Idhún’, la serie, llega a Netflix el próximo 10 de septiembre. En nuestro último número editorial, traté de explicar por qué esta ficción es tan importante para varias generaciones (de lectores), y por qué fueron tan importantes, en su día, esas páginas que han tomado para adaptar. No sé si me quedé corta, no sé si llegué al centro del asunto, pero me vale con tomar esa base: ‘Memorias de Idhún’ fue muy importante para muchos niños y niñas, para muchos adolescentes. Por eso llevamos mucho tiempo hablando de esta ficción, por eso había expectación y también miedo, por eso hubo polémica y enfado. Por eso es uno de los estrenos del mes.
¿Cómo es ‘Memorias de Idhún’, la serie?
Toma como referencia ‘La resistencia’, el primero de los libros de la trilogía de Laura Gallego. En este primer libro, del que en realidad sólo veremos una primera parte adaptada, se nos cuenta la historia de Jack, un adolescente que pierde a sus padres tras un trágico encuentro con quienes parecen seres de otro mundo. Jack, que ha vivido hasta ese momento una vida de adolescente corriente en el universo que conocemos, queda expuesto entonces a la magia y a criaturas con las que solo podía soñar. Descubre Idhún y descubre, poco a poco, a sus habitantes; descubre también que tal vez él es una persona diferente a quien creía ser.
Hay que empezar diciendo que es bastante fiel en varios sentidos. Sigue con precisión y con conciencia los acontecimientos que se suceden en el libro. La presentación es similar en cuanto a acción y la personalidad de sus protagonistas, aunque edulcorada en ciertos aspectos, también está presente. Es decir: hay, creo, una intención sincera de hacer una adaptación fiel. Todo aquello que digo siempre sobre la importancia de mantener La Esencia de la obra literaria parece garantizado.
‘Memorias de Idhún’ cumple con la magia que uno espera encontrar en una obra de fantasía, en tanto que los escenarios están, la mitología está, las leyendas están, la chispa de la historia está ahí. Y es una serie muy bonita, eléctrica cuando esa magia es la protagonista y no solo un contexto, preciosa cuando es la mitología del universo de Laura Gallego la que es la protagonista. En este último punto, me he sentido en Idhún. Está ese hogar, la Casa en la Frontera, y el mundo que un día construí en mi imaginación.
También está la pérdida de Jack, su dolor y su confusión, está el misterio con Kirtash y Victoria siendo el personaje agradable de conocer que es en los primeros compases. Está Shail, y está Alsan. Insisto: algo edulcorados en ciertos aspectos. Quizá Jack sea menos orgulloso que en los libros, por ejemplo, pero es cierto que en general he visto a quien esperaba. Con detalles más o menos satisfactorios, los he visto.
El primer episodio sirve un poco como introducción; nos muestra los dos lados de la guerra, esos personajes que van a caracterizar la saga y también las posibilidades de un mundo que ya nos habla, precisamente, de otros mundos, de dragones y serpientes aladas. A partir de ahí, no hay introducción que valga. ‘Memorias de Idhún’ es, desde el principio, acción constante.
¿Lo positivo de esto? Que se ve en un suspiro (lo que también tiene su parte negativa). ¿Lo negativo de esto? Supongo que quien no haya leído la obra literaria y no sepa un poco de qué va el asunto se puede encontrar preguntándose por qué va a importarle todo eso que está viendo si no ha conocido a sus personajes. Si sus personajes, en fin, no le importan. Cuando los personajes no importan, la acción es menos emocionante y los momentos de heroicidad menos importantes. En cualquier caso, esto va con el gusto de cada uno.
‘Memorias de Idhún’ se ve en un suspiro. Esta primera temporada consta de cinco episodios de apenas veinte minutos de duración. Echad cuentas. No sé cómo podría haberse hecho de otra manera, porque también los libros son bastante directos y no se entretienen en demasiados detalles, pero lo cierto es que como serie se queda corta. Los tiempos literarios son, en fin, diferentes a los tiempos en la pantalla; las palabras en un libro nos entran diferentes a como nos entran las imágenes. Así que la he visto sin interrupciones, dejando pasar un capítulo tras otro, sin sentir pesado en ningún momento el visionado, pero cuando ha concluido me he encontrado mirando una pantalla negra y pensando… ¿Ya?
¿Lo positivo de esto? Obviamente, es una serie lo suficientemente entretenida como para preguntarse ¿ya? cuando ha terminado. ¿Lo negativo de esto? Sabe a poco en un sentido, precisamente, negativo, porque ese “¿ya?” tiene también un matiz de insatifacción, porque me he quedado a medio camino. A medio camino de emocionarme, de entusiasmarme, de sentirme de verdad dentro de ese universo que, además, yo ya conocía de antemano, por lo que seguramente he entrado con más facilidad de lo que entrarán otros que no han leído los libros. Cinco capítulos no son nada. Y no estoy segura de que puedan animar al espectador a continuarla una vez que se lancen todos los demás.
Con respecto a la polémica de la que hemos estado hablando en las últimas semanas… A mí no me gusta entrar en polémicas, pero supongo que hay que cumplir con todas las preguntas que tiene el potencial espectador y supongo también que si la propia autora ha señalado este aspecto es que es un aspecto que debe señalarse. Las voces de los personajes no brillan, no convencen, no dicen mucho. Incluso hay errores en la pronunciación de los nombres de los personajes –¿es Álsan? ¿Alsán? ¿En qué quedamos? Puede sacar de la historia en momentos puntuales lo que, por supuesto, es algo muy negativo, sobre todo teniendo en cuenta lo corta que se queda la historia.
En conclusión
‘Memorias de Idhún’ es entretenida y muy fácil de ver, pero su ritmo rápido puede hacer que muchos espectadores que no estén familiarizados con el universo de Laura Gallego se queden con la sensación de haber visto algo que está un poco a medio camino de todo. Porque no se profundiza en los personajes ni en su historia, porque tampoco se profundiza mucho en el universo en el que se encuadra todo, y porque ni siquiera se cuentan demasiadas cosas, porque es una temporada muy cortita. Demasiado cortita. ¿Puede gustar? Desde luego, porque además en ciertos momentos es una preciosidad, con los dragones y la belleza de Idhún dominando la pantalla. Así que, sí, puede gustar, pero creo que todos nos vamos a quedar un poco… ¿Ya? ¿Esto ha sido todo?
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