Hablar con Jose de la Torre es descubrir que más allá de un personaje existe todo un fondo de armario desde el cual hay que tirar para dar el cien por cien en un oficio que va y viene. En un oficio que te sube a los altares al mismo ritmo que se olvida de ti. Él, con los pies en la tierra, camina con una tremenda honestidad, hablando de lo que no le gusta, lo que sí y lo que irremediablemente cambiaría.

MEW Magazine (MW): ¿Qué era aquello que llamaba tu atención de la profesión antes de iniciarte en el oficio?

Jose De La Torre: Creo que de pequeño visualizaba bastantes veces cómo sería salir en un cartel de una película. Empecé a ver mucho cine desde los ocho o nueve años.

MW: ¿Y ahora? ¿Qué es lo que te atrae?

Jose De La Torre: Podríamos empezar por lo que no me atrae (Risas).

MW: ¿Qué es lo que no te atrae?

Jose De La Torre: (Risas) ¿Qué es lo que no me atrae? ¿Tenéis tiempo, no? (Risas). Porque vamos a estar un buen rato. Pero, mira, lo que más me atrae es la posibilidad de escarbar en diferentes rincones de tu propia personalidad, ponerlos al servicio de un personaje. Y luego la hermandad y la fratenidad que se hace con mucha gente.

MW: ¿El éxito de un proyecto comienza desde el propio trabajo en equipo?

Jose De La Torre: El éxito de un proyecto ya no sé ni por dónde puede venir. Porque se abre una red de balones, todos salen por igual, de diferentes colores, de diferentes tamaños, pero siempre hay uno con el que más quieren jugar los niños.

MW: A pesar de los éxitos que puedan llegar, ¿se aprende a vivir con la incertidumbre del oficio?

Jose De La Torre: Es complicado si te pilla verde en la vida en general. Recalco siempre que esto me ha llegado en una etapa de mi vida muy buena. En la que tengo, creo, los pies en el suelo.

Si te pilla demasiado joven, te pilla demasiado joven para todo. Como todo en la vida. Y se puede digerir peor tanto el éxito como el fracaso de joven.

Hay que saber digerir que esto va por oleadas y por etapas. Hay meses que no paras y luego hay meses que estás muy tranquilo. Muy tranquilo por no decir que no haces nada. Creo que masticarlo y respirarlo es parte de este oficio. Y te hace ser más humilde.

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