‘Spirit, el corcel indomable’ es uno de esos clásicos de Dreamworks que muchos no conocieron por no pertenecer a Pixar o a Disney. Para mí fue una de las películas que marcó mi infancia y, en el presente, sigue siendo una de mis favoritas. ‘Spirit, el corcel indomable’ se estrenó en 2002 y estuvo nominada al Oscar por mejor película de animación. Esta película está dirigida por Kelly Asbury, Lorna Cook y su banda sonora (también de mis favoritas) corre a cargo de Hans Zimmer y Bryan Adams.
‘Spirit, el corcel indomable’ nos cuenta la historia de Spirit, un caballo mustang salvaje de Norteamérica que vive junto a su manada en el viejo oeste. Durante toda la película, tanto los cowboys que le capturan para formar parte de la caballería inglesa como los lakotas que le rescatan trataran de domesticarlo. Pero Spirit tiene otros planes.
Un canto a la libertad
‘Spirit, el corcel indomable’ es una película que representa perfectamente la búsqueda de la libertad. Spirit está durante toda su historia luchando contra aquellos que buscan doblegarle contra su voluntad y aprovecharse de él. El corcel abraza a su propia naturaleza, la de un caballo salvaje, y nos da una lección de como no debemos dejar que nos roben nuestra independencia, incluso cuando se trata de personas que nos quieren o tratan de ayudarnos. Además, también es una historia en la que se le da una gran importancia al hogar y nuestras raíces. Spirit intenta volver a casa desde el primer momento que es separado de su manada e incluso cuando tiene la oportunidad de permanecer junto a los lakotas, sabe que ese no es hogar.
‘Spirit, el corcel indomable’ cuenta una historia que te emocionará, acompañada de una banda sonora que conseguirá ponerte la piel de gallina y una animación que no tiene nada que envidiarle a la de ahora. Si no tuviste la suerte de disfrutar de ella cuando eras niño, ahora tienes la oportunidad verla en Netflix
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