Abel Folk entró de cabeza en ‘La Valla’. Le sorprendió. E, incluso, le sacó una media sonrisa creyendo que era algo inimaginable. Y, de pronto, es una de esas historias que replantean la sociedad actual. Todo lo que podemos llegar a provocar cuando dejamos la empatía y la solidad hacia un lado. Cuando nos olvidamos que aquello que pisamos, la Tierra, el Mundo…es algo prestado, que no nos pertenece.

‘La Valla’ habla de la libertad perdida. De algo tan nuestro que creemos que nunca podrá ser arrebatado.

Con Abel disfrutamos de una charla inigualable. No sólo hablando de su personaje y de este proyecto tan especial sino también de todo el cambio que nos viene de ahora en adelante como sociedad.

La gente ha descubierto cultura como herramienta de entretenimiento es cojonuda.

MEW Magazine (MW): ¿Cómo estás? ¿Cómo estás viviendo esta cuarentena?

Abel Folk: Estoy muy bien, estupendamente. Encerrado en casa con mi familia. Y, afortunadamente, tenemos una casa en la que se puede estar. La verdad es que no nos podemos quejar de nada.

MW: Y en cuanto a lo que está pasando…

Abel Folk: En cuanto a lo que está pasando, ando con un cierto desconcierto. Nadie estaba preparado para que nos pasara algo así. Nadie nos había dicho que algo así era posible. No estábamos ni prevenidos ni equipados para algo así. Tengo la sensación de que esto nos ha tenido que enseñar muchas cosas.

MW: ¿Seremos capaces de no olvidar y con un aprendizaje detrás…?

Abel Folk: Soy optimista. Soy un enfermo del optimismo. Estoy convencido de que el futuro va a ser mejor que el pasado. Creo que algo vamos a aprender. La humanidad ha cometido muchos errores. Yo diría, sin exagerar, durante 150 años aproximadamente. Lo que significaba progreso, hasta hoy, para la humanidad, tiene que cambiar. Hay que ponerlo en cuestión. Es evidente que estábamos equivocados.

Estoy escuchando muchas voces que dicen que no nos podríamos perdonar como humanidad, como especie, no aprender de esta lección tan tremenda.

MW: A nivel profesional, ¿cómo se vive todo esto? ¿con mucha incertidumbre?

Abel Folk: Yo lo tengo todo parado. Afortunadamente, elaboro proyectos también y estoy trabajando en ellos. Preparando todo para cuando se pueda volver a trabajar. Lo importante es que cuando se normalice la situación podamos volver con todo. Parece que pronto se va a poder rodar…no sé si se modificará o no.

MW: ¿La cultura va a salir reforzada de todo esto?

Abel Folk: La gente ha descubierto cultura como herramienta de entretenimiento es cojonuda. Eso es evidente. Que la cosa vaya un poquito más allá y que la sociedad crea que la cultura es importante para el crecimiento humano, el alimento para el espíritu, en eso ya soy un poquito más escéptico. Esto se sabe en Gran Bretaña, en Francia, en Alemania. Ellos comen cultura desde que nacen. Es algo que han sabido desde generaciones. Aquí no. Aquí a la cultura no se le ha dado ninguna importancia.

La cultura hace individuos más felices. Y más independientes. Y no hay nada que de más viendo al poder que tener una sociedad independiente. Hay que apoyar el crecimiento físico y espiritual de la gente. Aquí lo tenemos olvidado.

Esta situación nos está dando tiempo para pensar y pensar está bien.

MW: Más de lo que la gente cree…

Abel Folk: Sí, a veces pensar está bien. Porque a la gente le pasan cosas por la cabeza y haciendo caso de lo que piensas aparecen cosas, inventos, propuestas…iniciativas que son muy chulas.

…me propusieron un personaje que es muy chulo. Un personaje que tiene una evolución tremenda.

MW: Esto ha sido un golpe de realidad…

Abel Folk: Sí…recuerdo que mis abuelos tenían una vida mucho más respetuosa con el mundo que la que tenemos nosotros. Tampoco hemos tardado tanto en cargárnoslo. Tenían una vida mucho más directa, en contacto con la naturaleza.

MW: ¿Cómo llega ‘La Valla’ a tus manos y qué es lo primero que piensas cuando lees esta distopia?

Abel Folk: La verdad es que cuando leí la historia al principio pensé, “bueno, es una flipada” (Risas). Pensaba que un mundo como el que planteaba ‘La Valla’ era imposible. Pero también pensaba que sanitariamente era complicado que pasara algo así. Porque estamos ya muy avanzados…y mira (Risas).

Hay cosas que están pasando hoy que cuando rodábamos, hace un año, nos parecía un futuro muy difícil. Es increíble lo que nos puede sorprender la vida.

‘La Valla’ es una historia que, de entrada, me gustó. Hay un planteamiento filosófico, político…donde hay un mensaje muy claro, muy cierto. “Cuidado, que la democracia no es un bien gratuito”. Hay que protegerla. Es muy frágil. Cuando hay una situación que pone en peligro un sistema, un grupo, hay tendencias a involucionar de forma grave. Cuidado que tenemos un sistema que nos ha permitido vivir en libertad. Que no es gratuito. Que hay que protegerlo.

Esto es un mensaje que en ‘La Valla’ está bien contado. Luego, además, me propusieron un personaje que es muy chulo. Un personaje que tiene una evolución tremenda. Un personaje que sufre, que tiene un conflicto. Que vive intensamente lo que le ocurre. Está metido en una dicotomía compleja.

MW: ¿Cómo fue esa bienvenida a Luis y cómo lo creaste?

Abel Folk: El proceso de escritura fue bastante paralelo al rodaje. Los guiones iban llegando a medida que íbamos haciendo. Se escribían cosas a partir de lo que se iba viendo. Lo que íbamos haciendo como equipo, al cabo de dos o tres episodios, se iba incorporando a las tramas y a las personalidades de los personajes.

Insistí en que el personaje tenía que tener muchas ambigüedades. Un personaje que está a un lado de la historia pero que también puede estar en el otro. Y que es un tío que se da cuenta de su contradicción. Está entre el bien y el mal. Es un personaje con poder que descubre que se ha equivocado y eso es un cataclismo.

MW: Imagino que es importante mostrar personajes reales. Alguien que se puede equivocar, que no es perfecto.

Abel Folk: Cuanto más interesantes son los personajes es cuando ocurre eso. Cuando un personaje es capaz de descubrir sus errores. Reconocerlos y, a partir de eso, cambiarlos.

MW: Desde el primer capítulo, el personaje de Ángela Molina, ya nos dice que aquí lo importante es la libertad. Que es un derecho fundamental. Cuando ‘La Valla’ se estrene a nivel nacional, ¿será ese el mensaje primordial que extraiga la audiencia?

Abel Folk: Yo creo que sí. Seguro. El mensaje político es evidente. Es imposible gobernar un país con normalidad si cuartas la libertad. Pero, a mí, hay algo que me duele mucho dentro de la serie. Cuando el poder pierde los escrúpulos para conseguir un objetivo. Es un ejemplo exagerado pero que no está tan lejos de esos gobernantes del mundo.

MW: ¿Cómo estás viviendo la llegada del mundo de las plataformas?

Abel Folk: Como consumidor soy muy fan. El subidón de calidad es acojonante. Tenemos acceso a un material de una calidad espectacular. Muy barato. Cómodamente desde tu casas. Cuando te de la gana. Eso es un lujado. Estoy encantado.

De cara a nosotros ha sido un incremento de volumen de trabajo espectacular. Como para que mucha gente pueda vivir bien de esto. Y este volumen acaba aportando calidad.

MW: Cuando pase el tiempo y Luis vuelva a tu recuerdo, ¿cómo crees que lo recordarás?

Abel Folk: Los proyectos los recuerdo por cómo ha sido la vivencia. Intento hacerlo siempre lo mejor posible. Y la verdad es que con ‘La Valla’ he sido muy feliz rodándola. Me lo he pasado muy bien, muy bien. El personaje era estupendo. Me ha permitido algunos momentos de los que estoy muy orgulloso. Hay alguna secuencia que es maravillosa.