Hay historias que tienen un principio pero que no quieren tener un final. Que quieren quedarse en nuestro recuerdo para siempre. ‘Física o Química’ es una de ellas. De las que se quedan en la eternidad. Las que llegan arrasando por su honestidad y se ganan el afecto de todos por ser tan fiel a la realidad. Angy Fernández ha vuelto a recibir a Paula con los brazos abiertos para quedarse de nuevo y siempre son su valentía.

No ha envejecido mal porque siguen pasando las mismas cosas.

MEW Magazine (MW): ¿Cuál es la sensación que le embarga a una cuando sabe que se va a vivir este reencuentro?

Angy Fernández (Angy): Cuando recibimos la llamada estábamos casi saliendo del confinamiento. Era volver al trabajo. Fue una alegría tremenda.

MW: ¿Cómo se acerca una, de nuevo, a esa Paula?

Angy: Todos pensábamos en qué iba a pasar al estar enfrente del guion. E interpretar al personaje después de diez años. Y, de repente, fue vernos las caras y surgió todo. No fue tan difícil como pensábamos. Porque es verdad que al haber pasado tanto tiempo hay esa sensación de no saber si vas a ser capaz. Andrea y yo hablábamos mucho de eso. Y para nada. Nos vimos las caras y se hizo la magia.

MW: ¿Has descubierto algo nuevo de esa Paula?

Angy: No sé si he descubierto algo nuevo de esas Paula… Sí que es verdad que soy la misma persona, pero soy más madura y la he encarado de otra manera. Con mucha ilusión. Es una Paula con treinta años, con un hijo que llega a la adolescencia. Que ha pasado por muchas cosas en la vida. He aprendido mucho de ella. De su valentía. Pero puede que haya descubierto más cosas de mí que de Paula.

MW: ¿Retomaste, en algún momento, a esa Paula que se dejó o te alejaste de cualquier referencia?

Angy: Paula era Gorka, hijo y música. Y todas esas cosas están. Todos esos pilares. Y durante esos dos capítulos se ve cómo ha ido en esos años.

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