Once minutos después, me queda la sensación de estar, cada vez, frente a un capítulo más y más corto de #Luimelia. Seguramente, porque me he reído desde los primeros compases y hasta el final. Porque, en esta temporada los finales, esos créditos, son para enmarcar. Pero es que estamos ante un capítulo que no tiene desperdicio.
¿Quién no ha pasado por una experiencia similar a la de Luisita y Amelia? Esas amigas, compañeras con las que compartes ciertos momentos de ocio y más que disfrutar parece una competición de apariencias. De inflar tu vida hasta extremos irreconocibles. Vender una imagen que no tienes y que tampoco estás dispuesta a comprar. Intentar ser lo que crees que la persona de enfrente quiere ver sobre ti. Y entrar en una vorágine de situaciones horrorosas de las que solo quieres salir huyendo. Pero no encuentras la puerta de salida. Aunque, Yemen y la edición de una foto para Instagram, sean unas de las mejores alternativas.
A dos capítulos, para dar por terminada la segunda temporada de #Luimelia, tenemos a Luisita y Amelia degustando un vino cuando lo que mejor entra, a bocajarro, es una cerveza bien fresquita. Hablando con tu hermana. O con tu cuñada. De esas locuras que se hacen sin tener consciencia de ello. Analizando cómo es posible un gasto de dinero que ni tienes ni sabes cuando lo vas a tener. Y nos reímos a carcajadas de esos ‘piojos en las ingles’…de esas inmensas ganas de no perder porque el que soltó aquello de “lo importante es participar”, seguro lo decía, porque era incapaz de ganar. No perderemos detalle cuando se incide en las ‘series diarias’ o cuando incitan a Amelia a implicarse en un largometraje porque ‘Amar eternamente’ no es suficiente.
María, nos pide más minutos y se los queremos conceder
Creo que, sus caras, es una de las mejores partes de este capítulo. La forma en la que debe enfrentarse a su hermana y a su cuñada. Y no perder la compostura. Ha de mantenerse firme y con cierta distancia para no reírse de lo que está escuchando. De lo inverosímil de todo.
María es consciente que ha de ser esa parte adulta que necesita la pareja que tiene enfrente. Esa pareja que no sabe cómo explicarle los motivos por los cuales han perdido el norte. Y que, lamentablemente, tampoco tienen su escucha activa.
Paula Usero y Carol Rovira y la comedia
El cambio de registro de ‘Amar es para siempre’ a ‘#Luimelia’ es abismal. Y encajan a la perfección. Nos muestran una comedia fresca y al alcance. Una comedia con mucha belleza y que provoca sonrisas sinceras. Porque te explican, de forma mordaz, lo que suele pasar en cualquier hogar. Y ante cualquier pareja de amigas/os/xs/es perfectos/as/xs/es. Y es interesante hacerlo desde la sonrisa. Mostrar que tienes más de una cara. Que las cosas también se pueden reivindicar desde la carcajada. Y dar palo a diestro y siniestro.
La comedia que nos proponen Paula Usero y Carol Rovira es elegante. Un humor que es bueno reivindicar.
A destacar…
Directa o indirectamente. Provocado o sin provocar. Queriendo buscarlo o sin hacerlo. La realidad es que esa última escena, con sus manos entrelazadas, paseando por las calles de Madrid, nos lleva hasta la Plaza de los Frutos. Hasta un pequeño piso. Y un sofá. Y una pareja leyendo un libro… Y preguntándose si alguna vez todo mejorará… Y, sí, todo mejorará, aunque quede mucho por hacer. Aunque haya que seguir luchando.
Y cuando recuerdo ese amor…en esa época, lo que pelearon, lo que lucharon, lo que lloraron, las veces que se tuvieron que levantar, tras cada golpe…viene a mi mente una de esas frases que Don Lorenzo, personaje de ‘Los Hombres de Paco’, nos dejó grabada a fuego, y que describe su amor y su lucha, la de #Luimelia, a la perfección: “La vida te va a dar muy fuerte. Tú no lo sabes, porque eres muy joven, pero la vida te va a crujir, ¿entiendes? Si la vida te da en las costillas, tú le demuestras de qué estás hecho/a/x/e y te levantas. Si no tienes fuerzas, la buscas de donde sea, y te levantas. Te levantas. Si te caes, te levantas. Si te tiran, te levantas. Te levantas siempre. Pase lo que pase, te levantas cuantas veces sea necesario. Por tus santos cojones, te levantas… ¿Lo entiendes, hijo/a/x/e?“
#Luimelia, en cada una de sus épocas, también nos susurró y nos susurra, a gritos,… “Te levantas”.
Poco decir cuando ya lo has dicho prácticamente todo pero si sigo concordando como siempre en qué al principio no parecían tan corto los capítulos pero cada capítulo nuevo se me hace tremendamente corto hasta un extremo en el que ya me da ansiedad los capítulos buenísimos la trama cada vez mejor la comedia de Carol y Paula tremenda. Pero el capítulo si me hace tremendamente corto me siguen faltando también minutos cosa que al principio no me faltaba tanto.