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Crítica: #Luimelia 2×06, de los finales que son el comienzo de todo

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#Luimelia llega a su final en una segunda temporada cargada de experimentación.


¿A quién no le han hecho una encerrona familiar? Una de esas comidas inesperadas que llegan cuando quieren comunicarte lo que quieren que hagas. O un café a las cinco de la tarde, en esa cafetería de referencia familiar, para explicarte que esa decisión que has tomado, no es la que ellos quieren. Seguro que, en algún momento dado, te ha ocurrido. Y eso es lo que vemos y sufrimos junto a María. En un último capítulo dentro de la segunda temporada de #Luimelia.

Una comida, con los mejores manjares, con tus platos favoritos o con aquellos de cierta innegable referencia, con tu familia, con unos padres preparados para la mejor función de sus vidas. Un hermano perdido en su mundo. Y una hermana que huele desde lejos que aquello va a ser un polvorín. Con una cuñada que se mantiene en la distancia, como mera espectadora, como suele ocurrir estando en la comida de tu familia política. Sumándole, a todo esto, la llegada inesperada de Nacho. Como aparición estelar. Todos a una para hacer entender a María que como en casa no se está en ningún sitio. Sin comprender que eso es algo que necesita aprender, o no, por su cuenta. Que, a veces, hay que soltar para que vuelvan a ti. O no. Porque la libertad de elección no se puede dar condicionada.

María necesita entenderse. Y en ese camino que quiere explorar sabe que debe alejarse de su zona de confort. Porque lo malo de las zonas de confort es que no te dejan probar, experimentar, caer y levantarte. Te ejercen esa extraña dependencia que nunca suma y solo resta. Y ella se siente estancada, bloqueada. Fuera de todo contexto. En el fondo, necesita romperse para recomponerse. Expulsar todo aquello que le frena para coger impulso y confiar en ella misma. Confiar en que es capaz de escribir línea a línea ese libro que tiene en la cabeza. De rellenar cada folio en blanco con la seguridad de estar contando aquello que le emana desde dentro.


Marcelino y Manolita - #Luimelia 2x06

Marcelino y Manolita, sencillamente padres

Para ellos no es una encerrona. Es esa última oportunidad para retener a su hija. Un encuentro familiar que abogue indirectamente por la serenidad y la estabilidad. Mostrarle a María que eso no va a estar fuera. Que si se va, no habrá abrazos inesperados en mitad de una tormenta. Que solo podrá haber una llamada a destiempo. Y eso de las llamadas no es lo que mejor llevan los padres y las madres. Porque a todos ellos lo que más les gusta es el contacto diario. El verte. Sentir que va todo bien. Controlar que no estás sufriendo. Olvidando que ellos, años atrás, también fueron jóvenes inexpertos en este juego demencial que es la vida. Y que también desearon su libertad aun errando.

Itziar Miranda y Manu Baqueiro bordan sus papeles en una escena perfecta. Y en una comunicación indirecta que, año tras año, siguen profundizando y que sigue sorprendiéndonos.

Nacho, completamente perdido

La llegada de Nacho, a la comida familiar, solo muestra que está mucho más perdido de lo que imaginábamos. Con una pedida de mano que no toca. Porque cuando alguien es tan clara como María y te exponen ciertas necesidades, lo que no se puede es apagar la escucha activa. Que es lo que Nacho hace. Y se centra en sus necesidades. En el hecho de no querer perderla. Sin ver más allá de sus miedos.

Amelia y Luisita, de compromiso y de cartas bocarriba

En la última escena de este final de temporada vemos a Amelia y Luisita hablando de todo lo acontecido durante la comida familiar. De esa petición de Nacho. Y ahí llega el tan temido ‘cliffhanger‘. Luisita no quiere ni hablar de matrimonio y la mirada de Amelia dice todo lo contrario, mientras su voz pronuncia esas palabras que solo Luisita quiere escuchar. A lo lejos, se puede escuchar como algo se rompe dentro de Amelia. Ese golpe hacia una realidad para la cual no está preparada. O el miedo a que lo que cada una quiere no pueda tener una conclusión conjunta. Porque, si se tiene una visión diferente cara a futuro, ¿qué hay que hacer? ¿Hay que ceder? ¿Quién debe hacerlo? Y si se cede, simplemente por la otra persona, ¿lo echaremos en cara alguna vez?

Este último capítulo es de los finales que son el comienzo de todo. Pero, sobre todo, del comienzo a una comunicación directa que nos adentre, de forma madura, a conflictos importantes. Aunque tengo demasiadas dudas pendientes…

Llegamos a una tercera temporada, de #Luimelia, a hablar de compromiso y matrimonio sin haber profundizado en ambos personajes. No sabemos nada de su relación. No las hemos visto interactuar como pareja. Vamos absolutamente a ciegas. Recordemos que de Amelia solo sabemos que tiene un amigo. ¿Y el resto de su contexto? ¿No hay más amigos? ¿No hay familia? De Luisita damos por hecho que tiene una familia del 77 llevada al 2020. Pero tampoco sabemos mucho más. Porque en los ratos que ha salido María tampoco nos han hablado de quiénes son como núcleo familiar.


Amelia y Luisita - #Luimelia 2x06

#Luimelia, una temporada de experimentación y de dudas

La segunda temporada de #Luimelia nos ha llevado a experimentar con las formas de contar. Cada capítulo nos muestra que la ficción puede desarrollarnos temas relevantes desde visiones diferentes. Y #LuimeliaDOS ha sido de una experimentación brutal y que deja un muy buen sabor de boca por cómo podemos desarrollar las cosas. Es un abrazo absoluto a nuestra propia ficción.

Pero, por otro lado, ha generado muchas dudas. Muchas dudas de si esto es lo que se prometió. O lo que el público deseó ver al inicio de este proyecto. Dudas porque sabemos algo de Luisita pero nada de Amelia. Y eso de intuir está muy bien pero el público necesita verlo. Hay dos personajes muy potentes. Y que pueden contar una de las historias más importantes de nuestra ficción. Que pueden tener una infinidad de temporadas porque, aunque estemos en 2020, la vida no es fácil para una pareja del mismo sexo. No vendamos una vida de color de rosa que no existe.

Todo estará bien el día que no haya que manifestarse, ni poner una bandera determinada en una ventana para reivindicar derechos. Todo estará bien cuando ir agarradas de la mano por la calle no sea un acto de valentía. Cuando no haya que enfrentarse a miradas obscenas en un metro. Todo habrá merecido la pena si un buen día, en un momento determinado de nuestra historia como sociedad, una adolescente llega a su casa, habla con sus padres/madres del amor y no escucha la palabra decepción por no ser heterosexual. El día que no haya que hacer una reunión familiar para decir a quién se ama.

Ojalá utilizar a la familia de Luisita como esa familia que ve con normalidad cualquier tipo de amor. Ojalá utilizar a la familia de Amelia como lo opuesto. Y aprender con ambas historias. Desarrollar más su personalidad, entender de dónde vienen, qué les duele y hasta dónde son capaces de llegar. Ojalá aprovechar la química bestial que desprenden Carol Rovira y Paula Usero para contar una historia que debe ser contada. Para contar un amor, con mil dificultades pero con toda una vida por delante.

Ojalá una comedia romántica con ese toque a drama que nos haga bailar alrededor de algo único e imparable.

De ideas buenas pero un desarrollo inesperado en #Luimelia

Entiendo lo que proponen quienes están detrás de #Luimelia. Entiendo lo que quieren hacer. Y creo intuir cierto miedo a no llegar a tiempo si la renovación de las temporadas se paraliza. Creo saber qué quieren hacer y por qué de su experimentación. Pero gran parte del público no comulga con ello. Porque no quieren ver qué tipo de ficción somos capaces de hacer. Lo que quieren ver es su historia de amor. Entonces, hay que buscar un equilibrio que no te reste audiencia. Que no deje un gusto de amargura en el espectador.

Sinceramente creo que Luisita y Amelia deberían haber tenido el protagonismo absoluto en las dos primeras temporadas. Con dos temporadas de, al menos, diez capítulos. Con más minutos de desarrollo para que los personajes secundarios no den una imagen de invasión. Y conocer mejor a Luisita. Y conocer a Amelia. Ver cómo descubren, la una de la otra, todo lo necesario para crecer como pareja. Cuáles son sus pequeñas discusiones del día a día y a qué situaciones deben enfrentarse en una sociedad que aun no está preparada para ver a dos mujeres amándose en total libertad. Definitivamente, ver a #Luimelia.

Si hablamos…

Por favor, no olvidemos… Y tengamos siempre presente todas las realidades y todas las sensibilidades. Tengamos en mente que hay gente que, hoy en día, tiene en mente no salir nunca del armario. O huir de su país para poder ser libre. No olvidemos que hay parejas que no pueden ejercer los mismos derechos que una pareja heterosexual. Parejas que viajan a España para poder casarse. Para poder firmar derechos que sí son importantes. Recordemos que hay gente que después de perder al amor de su vida, pierde lo mucho o lo poco que le queda de su pareja (del mismo sexo) porque no hay nada legal que lo ampare.

Aquí, en España, el matrimonio igualitario llegó en 2005. Y en el fondo eso no trata de amar para siempre. O de retener para siempre. Va sobre derechos. Trata de que no te echen del recuerdo de esa persona que decidiste amar para siempre. Que no te borren y que no te ninguneen cuando la vida decida tener otros planes más celestiales para la persona que amas.


Sobre Carol Rovira y Paula Usero, simplemente, gracias por dar voz y vida a Amelia y Luisita. Gracias por #Luimelia. Porque están dando mucho más de lo que nadie pueda imaginar. Esperanza. Aliento. Valentía.

#LUIMELIA 2X06

7.5

LO MEJOR
  • La facilidad y la perfección de Carol Rovira para expresarse y hablarnos con la mirada. ¡Gracias!
  • Itziar Miranda y Manu Baqueiro que vuelvan siempre.
  • Lucía Martín Abello. Iremos donde siempre vaya.
  • Paula Usero le sigue dando cada poro de su piel a Luisita. ¡Gracias!
LO PEOR
  • Echamos de menos diez minutos más que nos ayuden a ver todo mejor desarrollado.
  • Hay que tener cuidado con los derechos adquiridos. Derechos adquiridos antes de ayer, por así decirlo. Es pronto para banalizar con ellos.
  • La trama principal, Luisita y Amelia, demasiado difuminada.
  • Quiero saber quién es Amelia y quiero saber quién es Luisita en 2020. No quiero que mi mente tenga que viajar al 77 para generarme una propia construcción de ambas.

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2 Comments

  1. Final de una temporada que creo muchas expectativas, sobre nuestra pareja favorita, y que al fina lo único que me dejo es una sensación amarga, de perdida y vacío, donde hace que se extrañe mas todavía la ausencia de las del 77 y donde al fina, Luimelia queda reducido a las foto promocionales de la segunda temporada, que no se a reflejado para nada en ningún capitulo de esta temporada, tras la reconciliación del primer capitulo.
    -Carol un 10, demostrando una vez mas las dotes interpretativas para comedia y drama, esta actriz tiene mucho que dar todavía. Lo que hace que todavia de mas rabia que hay momentos en los que solo hace cameos en su propia serie.
    -Paula un diez siempre también, aunque se hayan empeñado meternos una luista poco empática y perceptiva, que nos rompe algo por dentro como a Amelia, con sus salidas a ciertos temas
    – una serie sobre lesbianas que se toca todo menos la relacion de ellas y si lo hace es pasando de puntillas, que denota estar escrita y dirigida por personas que no pertenecen al colectivo y que no tienen una referencia real e incluso falta de documentación, de lo que en 2020 todavía es ser homosexual y y a los problemas q nos seguimos enfrentando las parejas del mismo sexo tanto a nivel externo (sociedad, amigos, familia), como interno ( nuestros propios problemas e inseguridades). Pero con dos actrices principales que son las que salvan la relacion, por la veracidad que le dan a los personajes con sus miradas, gestos y complicidad
    – Al final sensación de desconcierto y vacío con sensación agridulce
    Gracias por una critica siempre acertada y objetiva,.

  2. Aplaudir…. reflejar esté episodio haciendo este pequeño teatro.. Que el teatro es maravilloso y es un reflejo a la vida.. Pues : Un teatro es nuestra vida, como espectador me siento muy reflejada en nuestro día a día.. Es decir, cuanto de actuados estámos para doblegar a los demás de lo que somos.. Y de lo que realmente queremos ser…
    #LUISMELIA le has hecho una reflexión de un punto de inflexión en las parejas en general que lo que siente uno no tiene nada que ver con lo que siente con la persona que estás.. Aunque “creas que es el amor de tu vida”, y ahora comienza esa tercera temporada… Y empieza la reflexión.. Que es más importante el amor que tienes.. Ohh..! A cuanto estámos dispuesta a renunciar para seguir con el….!!!

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