Ignasi Vidal escribe y dirige ‘Dribbling’ en el Teatro Marquina de Madrid. La obra, protagonizada por Álvaro Rico y Nacho Fresneda, estará en cartel desde el 2 de septiembre hasta el próximo 3 de octubre. Nacho Fresneda nos habla de la obra, de la magia del teatro y sus futuros proyectos.

Nacho Fresneda interpreta a Pedro Guillén, el agente de Javi Cuesta, uno de los futbolistas mejor pagados de Europa. Sin embargo, todo se vendrá abajo cuando en medio de unas tensas negociaciones para el traspaso del jugador a otro equipo, salta a las portadas de los periódicos una denuncia contra él por violación. Mientras Javi niega las acusaciones, su agente tratará de controlar una situación ya de por sí complicada por las continuas lesiones, las salidas nocturnas y malas compañías de su representado. ¿Es Javi culpable de los abusos? ¿Es una víctima de su entorno?

MEW Magazine (MW): Así a rasgos generales ¿qué es lo que van a encontrar los espectadores cuando vayan a ver ‘Dribbling’?

Nacho Fresneda: ‘Dribbling’ es una función de dos personajes con un texto contemporáneo inspirado en esas figuras que tenemos en nuestra sociedad que son los futbolistas con esos sueldos y esas vidas. Utilizamos la excusa del fútbol para hablar de relaciones, y en definitiva del no es no. De cómo está gente pierde un poco sus pies sobre la tierra. Yo creo que es una función que te va a interpelar, te va a hacer pensar y también arrancamos algunas risas. Yo estoy muy contento con esta función.

MW: ¿Qué es lo que más destacarías de la obra?

Nacho Fresneda: lo que intentamos hacer es que la premisa del director era el hiperrealismo, palabras de esas que les gustan a los directores. Al final lo que quiere decir es que el espectador no tiene que pensar que estamos recitando un texto si no que parece que esté pasando. Por supuesto que eso es el objetivo de todo teatro, pero aquí lo hacemos con un lenguaje muy contemporáneo. De repente hay móviles, hay llamadas, todo sucede, no hay nada buscado. Los momentos líricos o los más dramáticos van a la contra, ocurren sin que los busquemos. A mí me parece muy interesante.

MW: teniendo en cuenta el hiperrealismo del que hablas y que el tema es muy actual y cercano, ¿cómo te preparas para interpretar a un personaje como este?

Nacho Fresneda: lo bonito que tiene el teatro es que tienes unas semanas de preparación. Empezamos con unas lecturas por videollamada dado el momento en el que estábamos. En ese tiempo es en el que tú tienes el espacio para investigar, para probar. Un escultor decía que él solo le quita la piedra a lo que sobra; el personaje está ahí y tú solo tienes que quitarle lo que sobra y entonces aparece. Tampoco yo soy un actor muy irracional o profundo a la hora de trabajar. Para mí la base está en el texto y luego las indicaciones del director y por supuesto mi compañero. Luego ya a partir de ahí… que surja la magia.

Para mí la base está en el texto y luego las indicaciones del director

MW: Hablando del texto, ¿qué fue lo que te hizo apostar por este proyecto?

Nacho Fresneda: bueno, yo la apuesta la hice sobre todo con Ignasi porque nos conocimos hace muchos años siendo actores y me encanta. Habíamos estado a punto de trabajar alguna vez y no se dio. Cuando me llamó en mitad del confinamiento con esta obra pensé que estaban locos. Entonces pensé que solo por eso ya merecía la pena. Y por Nadia Corral por supuesto, valiente donde las haya. Y por Alvarito. Por eso, por vivir la experiencia, disfrutar… Estuve haciendo ‘Marat Sade’, un texto muy profundo y filosófico.

MW: Sí, no tienen nada que ver una obra con la otra…

Nacho Fresneda: lo ensayaba a la vez. Por la mañana ‘Marat Sade’ y por la tarde ‘Dribbling’. Era muy bonito pasar de esa irradiación que necesitabas en un espectáculo tan grande a algo tan pequeño como esto. Como actor no puedo pedir más, soy muy afortunado por poder hacer personajes tan diferentes.

MW: Y en ese proceso de lectura del guion y construcción del personaje ¿tratas de entenderlo en algún momento o empatizar con él?

Nacho Fresneda: es un tema complicado. Entenderle, empatizar, ponerte en su lugar… los actores siempre decimos lo mismo: no juzgamos. Pero es verdad. Ten en cuenta que tengo unas frases en esta obra… los dos personajes están en primero de machismo. Mi personaje es de esos tipos que son personas serias y pueden ser tan reaccionarios. Yo si me pongo a juzgar… a mí la gente como mi personaje me da asco, me provoca un rechazo muy grande. Yo intento provocar ese rechazo en el público. En esta función creo que no casaría bien que fuera uno bueno y uno malo. Creo que son dos pedazo de bichos muy malos. Hay un juego muy bonito de cómo sería el machista que hay en mí, cómo sería el asesino, el violador… Yo he hecho mucho de violador y asesino, he sido muy hijo de puta en muchas funciones. Y jugar a eso es muy interesante. Porque tú puedes hacer las mayores maldades que luego te quitas la ropa, te duchas y no tienes las consecuencias negativas. Es muy interesante el mundo de la maldad. El mensaje que estamos mandando en esta función es de “no es no”. Entonces aquí sí que puedo hacer de un machista que no tiene respeto por nada.

MW: Ya habéis estado en otras ciudades e incluso en Madrid presentando esta obra ¿qué ha supuesto para ti volver a subirte a un escenario después de lo que hemos vivido?

Nacho Fresneda: es muy emocionante. Estrenamos a principios de diciembre de 2020 en Valladolid y fue surrealista. Salimos del teatro corriendo y nos fuimos al hotel donde tampoco podíamos hacer nada. Por ese lado todo muy marciano. Con ‘Marat Sade’ salíamos del teatro y nos íbamos corriendo porque cerraban el metro. Ha sido muy raro pero a la vez muy emocionante. Ver el patio de butacas con gente tan separada, con sus mascarillas; gente mayor, personas que hacían un esfuerzo y vencían el miedo para venir. A mí eso me ha emocionado muchísimo y me he considerado un privilegiado por poder desarrollar mi trabajo. La vuelta a los teatros por parte del público ha sido muy emocionante. Te das cuenta de que realmente estamos compartiendo un hito, algo mágico que si tantos años lleva por algo será. Nos gusta que nos cuenten cosas.

MW: ¿Qué encuentras en el teatro que no encuentras en otras disciplinas artísticas?

Nacho Fresneda: no sé… no sabría decirte. Tengo la suerte de que empecé haciendo teatro, enseguida me puse con las series diarias y he alternado siempre teatro y audiovisual. El teatro es como estar en casa, me gusta mucho el jugártela día a día. Es como un ciclo vital que empieza y acaba en el mismo día. Te levantas, te preparas, te mentalizas, vas y lo haces. Tienes ahí unas horas en las que no te tienes que preocupar. Me parece muy bonito el ciclo. El trabajo con el director, con tu compañero, que no tienes que conseguir nada. En una serie en una secuencia el plano lo tienes que dar. La interpretación para mí es el arte de la equivocación y el teatro te lo permite. Tienes que ser muy humilde y trabajador. Y luego la magia de apagarse las luces, sales, todo el mundo callado y tú hablando. Me parece maravilloso.

MW: y en el caso de esta obra, ¿cómo es trabajar con Álvaro Rico?

Nacho Fresneda: bien, bien, es un encanto el chaval. Carlos Bardem le dijo que la profesión estaba en buenas manos con estos chavales y estoy de acuerdo. Es verdad que la generación nueva son muy profesionales y están muy formados. Se han quitado ciertas tonterías. Supongo que aparecerán otras pero ten en cuenta que yo también he tenido mucha suerte. Trabajé con Bárbara Lennie cuando empezaba, con Aura Garrido… Son dos actrices con las que he compartido mucho y yo les preguntaba, a mí no se me ocurre dar consejos a nadie. Yo preguntaba porque su visión del mundo me parecía maravillosa. Entonces generalizando hay unas camadas de chavales que vienen súper preparados, con mucha formación, son muy profesionales y serios. Y yo estoy encantado. Esto es lo que tiene mi profesión, que puedes estar con gente de todas las edades y manejamos el mismo código al final. Es muy bonita esta comunicación.

MW: Y ya para terminar, ¿hay algún otro proyecto por ahí del que nos puedas hablar?

Nacho Fresneda: sí, bueno… hablar… (risas). Estoy muy agradecido porque el teléfono sigue sonando y sigo teniendo propuestas. Me voy el mes que viene a Francia a hacer una película con unos directores jóvenes que son así muy guais y transgresores. Y me voy a hacer una colaboración con ellos a París una semana. Tengo un personaje que es otro hijo de la gran puta y estoy encantado de volver a rodar en francés y con estos chavales. Tengo previsión. Lo importante es tener planes para que luego si se caen surjan otros. Estoy agradecido porque tal y como está todo el mundo yo tengo la suerte de hacer lo que me gusta y de poder vivir de ello.