Cuando nos sentamos a ver ‘PVT Chat’, nos sentamos ante un drama erótico. Un drama erótico dirigido por el neoyorkino Ben Hozie y protagonizada por Julia Fox (‘Diamantes en bruto’). Una película que expone, sin tapujos, cómo la adicción a internet y nuestra economía basada en la estimulación constante ha afectado a las relaciones íntimas y a la sexualidad de las generaciones millennial y Z. ‘PVT Chat’ es una historia de amor con una conexión poco convencional entre dos personas que desean encontrar alguna forma de intimidad y confianza, algo que sólo es posible desde sus respectivas pantallas de ordenador. Los jóvenes se han convertido en completos yonkis de las redes sociales, de las pantallas, de los filtros, de que dirán y de lo que nunca podrán alcanzar.

El auge de internet ha cambiado por completo la manera en que nos relacionamos con nuestro entorno. El último informe PISA señala que un 22% de los jóvenes españoles son usuarios extremos de Internet, que pueden llegar a seis horas de conexión al día. Con una media general de tres horas. Así pasan los ’millennials’ su vida, pegados a sus teléfonos. Además, se relaciona el uso excesivo del teléfono móvil con más aislamiento social y mayores niveles de mala adaptación psicológica. Sumándole a esto, tanto problemas en el trabajo como conflictos familiares o con amigos.

Paradójicamente, en un mundo más conectado que nunca, los estudios demuestran que nuestra percepción de soledad y desconexión con la sociedad ha incrementado exponencialmente. ‘PVT Chat’ pone el foco en esta problemática a través de la prostitución online. Y con el telón de fondo de la vida neoyorkina. “Tenía la necesidad de cristalizar este momento histórico en el que la gran mayoría de nuestras emociones son procesadas a través de las pantallas”, apunta Hozie, su director. “Además, el sexo en las películas suele ser una excitación barata o un simple parche en medio del argumento. Yo quise grabar sexo de forma que revelara lo ordinario del día a día. Crudo, honesto y nada glamuroso”.

Y así es como se plantean dichas escenas a lo largo del largometraje. Escenas que se alejan de cualquier complejidad emocional porque nos estamos alejando de todo lo que tenga que ver cono nuestras emociones. Para centrarnos en el beneficio y en el placer inmediato. Destruyendo cualquier otra cosa que implique un acercamiento de piel. Que es lo que podemos observar, sobre todo, en los minutos finales de esta producción. Cuando ambos protagonistas están frente a frente, alejados de una pantalla, y son incapaces de mostrar la misma conexión que a través de una pantalla.

Nos estamos olvidando de lo importante de sentir. Porque no queremos que nos duela. Huimos del dolor y nos convertimos en un trozo de hielo que solo busca la aceptación global a través de las redes sociales, aunque luego no tengamos a nadie con quien tomar un sencillo café con leche en una típica cafetería de la ciudad. Los más jóvenes están tomando la decisión de dejar de ser para simplemente parecer. Quizá porque como adultos hemos permitido todo capricho y no hemos fomentado la frustración y el contacto directo con los sentimientos. Porque si no somos capaces de identificar lo que nos pasa, no somos capaces de salir del hoyo. Ni tan siquiera pelear por lo que de verdad queremos conseguir.

Julia Fox, quién sorprendió con su estelar debut en “Diamantes en bruto”, de los hermanos Safdie, y a la que próximamente veremos en “No Sudden Move” de Steven Soderbergh, da vida a Scarlet, una webcammer dominatrix de San Francisco que se expone en un portal para adultos. Allí la descubre Jack (Peter Vack), un adicto al juego online que rápidamente se obsesiona con ella. La fantasía de Jack se materializa cuando cree ver a Scarlet por las calles de Nueva York.

‘PVT Chat’ tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional Fantasia de Montreal y ya ha aterrizado en Filmin desde el pasado 4 de junio.