Hoy en día esta práctica es muy recomendada para mejorar la salud, mantener el organismo y la circulación activos, controlar la respiración, e incluso para reducir el estrés. Además, se considera una disciplina para fortalecer el espíritu y la conexión del alma con el cuerpo. 

Instruirse en esta disciplina resulta muy beneficioso a nivel personal, pero no es algo que tengas que quedarte para ti solamente. Podrías convertirte en un maestro de yoga y compartir tu energía positiva. Aquí en https://kavaalya.com/es/ puedes aprender más sobre eso. Además, encontrarás un blog con mucha información interesante. Mientras tanto, hablemos un poco acerca de esta práctica y sus beneficios.

¿Cómo es una clase de yoga?

La dinámica de una clase de yoga va a depender del estilo y de los alumnos. No es lo mismo un grupo de jóvenes que algunas mujeres embarazadas. Por lo tanto, hablaremos de un modo general, para empezar. 

Lo primero que se debe hacer es controlar la respiración. Esta es una de las partes más esenciales dentro del yoga. Para ello se practican algunos ejercicios, con instrucciones detalladas que aporta el profesor, como si se tratara de un calentamiento previo a la clase. 

A continuación, se comienza a trabajar en las posturas. Estas se conocen como posiciones de yoga, sus movimientos desarrollan la flexibilidad del cuerpo, fortalecen los músculos y ayudan a controlar el equilibrio. Existen diferentes niveles de dificultad, incluso algunas requieren la ayuda del profesor o un compañero para realizarlas correctamente. 

Finalmente para cerrar la clase de yoga, el grupo se toma un tiempo para la meditación. Después del esfuerzo físico, el cuerpo agradece estos minutos de relajación. Y la mente, gracias al ejercicio previo, está más dispuesta a alcanzar un estado de calma beneficioso. 

El tiempo de duración de la clase de yoga es de aproximadamente de 45 a 90 minutos. Esto también depende del tipo de disciplina, las exigencias de la misma y de las necesidades del grupo de alumnos.

¿Para qué sirve el yoga?

Como ya mencionamos, el yoga es un excelente aliado para el cuidado de la salud del cuerpo y la mente. El hecho de que esta disciplina existe desde hace tanto tiempo y aún se considere su gran valor, dice mucho de su efectividad. 

Además de mejorar la flexibilidad, la respiración, el equilibrio y la postura del cuerpo en general, el yoga trae consigo otros aportes tanto físicos como emocionales. Algunos de estos son:

• Mejorar la circulación y, por lo tanto, la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Aunque es conveniente informar al profesor si se sufre de alguna de estas afecciones, pues en ese caso se debe ajustar el nivel de exigencia de los ejercicios.
• Favorece la relajación, lo que al mismo tiempo ayuda a reducir significativamente el estrés. Además, libera la tensión de los músculos maltratados por posturas inadecuadas o largas jornadas laborales.
• Ayuda a la digestión y a conciliar mejor el sueño.
• Mejora considerablemente el equilibrio, la coordinación y demás funciones motoras.
• Favorece la memoria y la concentración, ya que al regular la respiración se obtiene una mejor oxigenación del cerebro.
• Mejora la autoestima y la autoconfianza.
• Ayuda a controlar la depresión y la ansiedad.

¿Cuáles son los estilos de yoga?

Los tipos de yoga son muy variados y tienen diferentes niveles de intensidad, para que se adapten a las necesidades de los alumnos. De esta manera se aprovechan mejor los beneficios que la disciplina ofrece. Mencionaremos algunos de los estilos más conocidos.

• Yoga de poder (Ashtanga), de un nivel de exigencia alto. En las clases se requiere pasar de una postura a otra con agilidad y rapidez.
• Yoga caliente (Bikram), se caracteriza por realizar series de ejercicios en lugares con temperaturas alrededor de los 37,8 ºC, con la finalidad de generar mayor sudor para purificar el cuerpo y calentar músculos, tendones y ligamentos.
• Hatha yoga es uno de los más comunes. Maneja simultáneamente posturas y respiración.
• Yoga Integral es un tipo de disciplina suave, de poca exigencia. Se realiza con muchas respiraciones y meditación.

Como verás, el yoga es adaptable a todo tipo de persona, aportando a la salud y al crecimiento espiritual. Convertirte en instructor de esta disciplina es una gran decisión que puede traer grandes beneficios a tu vida, ya que no solo manejarías una práctica ancestral, sino que aportarías al bienestar de otros.