Tras el éxito de ‘No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas’, Laura Norton publicó ‘Gente que viene y bah’. Si lees ‘Gente que viene y bah’ te das cuenta de que podría convertirse fácilmente en una comedia romántica y en una muy buena.

Patricia Font decidió hacer su primera incursión en el mundo cinematográfico dirigiendo esta adaptación literaria. Adaptar una novela a la gran pantalla no es una tarea sencilla, sobre todo teniendo en cuenta el tiempo de metraje. Pero, en general, la adaptación de ‘Gente que viene y bah’ fue bastante acertada.

¿Cuántas probabilidades hay de que te toque el gordo de la lotería? ¿Y cuántas habría de que el chico con el que te vas a casar se líe con la presentadora más guapa de la televisión? ¿y si encima esto ocurre cuando acabas de perder el trabajo? A Bea le acaba de pasar exactamente esto, salvo lo de la lotería claro. Bea es una joven y talentosa arquitecta a la que la vida parece que le va muy bien. Pero de la noche a la mañana todo cambia por lo que decidirá huir y refugiarse en su pueblo natal.

Su familia es un poco excéntrica y diferente y pese a que irá buscando algo de paz, acabará trayendo el caos a la vida de todos. Además de un paisaje idílico en un pueblo precioso, a Bea todavía le espera un futuro incierto lleno de sorpresas y giros inesperados. Una historia que pretende hacerte ver que siempre hay algo bueno esperándote cuando y donde menos te lo esperas. Solo tienes que saber verlo y no fastidiarla en el camino.

La adaptación de ‘Gente que viene y bah’ es muy buena porque consigue mantener la esencia de la novela homónima de Laura Norton. Es divertida, refrescante, con un guion muy bien llevado por parte de Darío Madrona y Carlo Montero. Y es que la película nos recuerda la necesidad de disfrutar de las pequeñas cosas. Si bien es cierto que la novela es mucho más cómica e hilarante, la película tiene más toques dramáticos. ‘Gente que viene y bah’ es tierna y como pasaba con el libro, cogerás cariño a muchos de los personajes ya que están tan bien representados que te será fácil sentirte identificado con alguno de ellos.

Los personajes

Una parte difícil de llevar a cabo una adaptación literaria es el casting. Porque cuando leemos un libro todos nos imaginamos cómo serían los protagonistas y a veces hasta pensamos qué actores podrían encarnar dichos papeles. No siempre llueve a gusto de todos y es complicado que todos los fans del libro acaben contentos. Pero en el caso de ‘Gente que viene y bah’ la elección de los actores es de lo más adecuada. Todos parecen haber nacido para interpretar dichos papeles, especialmente nuestra querida protagonista: Clara Lago.

La actriz se pone bajo la piel de Bea como si hubiera estado esperando para hacerlo. Clara Lago refleja a la perfección lo que siente Bea, una mujer a la que todo le va bien pero que tendrá que volver a sus raíces para reencontrarse a sí misma y por qué no, para enamorarse de nuevo. Esto le dará fuerzas para recuperarse poco a poco y darse cuenta de muchas cosas. La gente que haya leído el libro quizás eche en falta una voz en off o algo que nos permita entenderla un poco más. Sin embargo, sin conocer su historia, es un personaje muy interesante de descubrir en la película.

Al igual que la novela, esta es una película muy coral en la que las mujeres llevan la voz cantante. Un personaje muy divertido en la novela que también se plasma muy bien en la película es el de Débora, la hermana pequeña de Bea. Este papel está interpretado de manera inocente y tierna por Paula Malia, quien capta el sentido del personaje para transmitirlo en la gran pantalla. Alexandra Jiménez se pone bajo la piel de otra de las hermanas de Bea. Y aunque no se le puede reprochar nada a una actriz tan espléndida como ella, sí que esperaba un poco más de la adaptación de su personaje, que pierde algo de fuerza en la película. Asimismo Carmen Maura resulta clave como la matriarca de esta peculiar familia.

Por otra parte, nos encontramos con el reparto masculino. Si bien es cierto que el personaje de Álex García en la novela era pelirrojo, cuando le ves interpretando el papel se te olvida este pequeño detalle. Le ves perfectamente como el amor del pueblo de Bea y hace una buena pareja con Clara Lago. Por su parte, Fernando Guallar sí que me encajó desde el principio como la actual pareja de Bea. Un actor fantástico al que este papel le viene muy bien. En el caso de Carlos Cuevas, el hermano pequeño de la familia, ocurre lo mismo que en la novela y es que no es el que más protagonismo tiene.

Eso sí, como suele ocurrir, en la película te quedas con ganas de un poquito más. Al no poder ir página por página se queda en el aire algunos aspectos de la personalidad y forma de ser de algunos de los miembros de la familia. En la película todo ocurre más deprisa y hay situaciones que no se terminan de explicar del todo puesto que hay que enseñar mucho en poco tiempo. El final es cierto que intenta dar una vuelta de tuerca un poco precipitada y bastante diferente.

Pero en general no hay demasiado que reprocharle a ‘Gente que viene y bah’. Como película es una comedia romántica que cumple con su cometido de entretener y enternecer al espectador. Patricia Font se arriesga con una adaptación pero no lo hace nada mal. Como adaptación literaria, aunque eches en falta algunas cosas, te dejará con un buen sabor de boca.