Beatriz Robles
Foto cedida por Editorial Planeta
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Beatriz Robles: “Quería que ‘Come seguro comiendo de todo’ fuera una guía práctica de consulta ágil y rápida”

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La seguridad alimentaria, esa gran desconocida. Para la mayoría. Porque para Beatriz Robles, autora de ‘Come seguro comiendo de todo’, es una aliada con la que comparte su día a día. Esta licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y graduada en Nutrición Humana y Dietética es también una divulgadora entregada. Desde que este ámbito llamó su atención, no ha dejado de compartir su conocimiento con la población. Siempre con el objetivo de informar y formar a toda una sociedad que, por dar por hecho esta seguridad, la ignora continuamente. 

Ahora, ha lanzado su primer libro: ‘Come seguro comiendo de todo’. Una guía práctica a la que acudir siempre que nos surja una duda en la cocina. Y un repaso no sólo por las principales medidas a tener en cuenta, sino también por esas creencias y bulos que nos persiguen durante toda la vida. Superalimentos, la seguridad de lo bio, la alimentación en el embarazo, los crudos… Beatriz Robles, con quien hemos tenido la oportunidad de hablar, nos resuelve aquí todas las dudas que puedan surgirnos. 

Come seguro comiendo de todo

MEW MAGAZINE (MW): Lo primero que sale preguntar a una autora primeriza es, ¿cómo estás viviendo este particular estreno? Porque esto de lanzar un libro es casi como tener un hijo.

BEATRIZ ROBLES (BR): Pues sí, me lo decía mi editora al principio, cuando empezamos a hablar sobre ello. Y es verdad. Es un proceso largo. Porque intentas hacerlo con sumo cuidado. Y, al final, cuando lo ves, es como si fuera de otra persona. Lo veo, lo tengo en mis manos y reconozco lo que he escrito y mi estilo, pero como que no me creo del todo que sea mío. Pero, claro, estoy muy contenta.

MW: Desde el comienzo de ‘Come seguro comiendo de todo’ sabemos de dónde surge tu enorme interés por la seguridad alimentaria. Pero, ¿de dónde surge la pasión por la divulgación?

BR: Es verdad que no era algo vocacional. No pensaba en dedicarme a la divulgación, sino que surgió por el camino. Hacía consultoría de seguridad alimentaria, de legislación para pequeñas empresas, y tenía mi blog como un complemento, como el escaparate. Era una forma de exponer mi trabajo, de los temas de los que podía hablar y lo que sabía. El blog, al final, fue creciendo y me fue parasitando para bien, porque descubrí ahí una vocación. Porque realmente con la divulgación aprendemos todos los días, y eso es algo que, si tienes curiosidad y si te gusta tu trabajo y tu sector, para mí era una motivación increíble. Y fue un poco así, accidental pero absolutamente maravilloso. 

MW: ¿En qué punto supiste que querías ir más allá y escribir este libro?

BR: Ya llevaba muchos artículos escritos sobre el tema y sobre otros temas. Y fue mi editora la que se puso en contacto conmigo y me lo propuso. Me pareció una oportunidad genial y fantástica de ir recopilándolo todo. Con la ventaja de que ya había escrito mucho, por lo que no partía de cero. No partía de tener que encontrar un tono y una personalidad para el libro, sino que más o menos la tenía ya perfilada. Fue una ocasión única y ha sido una maravilla que hayan confiado en mí para este encargo que he disfrutado muchísimo. 

“Intento que el rigor sea la base cada vez que divulgo”

MW: ¿Cuáles han sido los pilares en los que siempre has sabido que querías apoyar este libro? No me refiero sólo al rigor, que está presente de principio a fin, sino también a ese tono, a los temas, etc. 

BR: Intento que el rigor sea la base cada vez que divulgo. Porque creo que tenemos una responsabilidad muy importante, porque hay gente que va a modificar sus comportamientos y sus decisiones en base a lo que digamos. Y tenemos que ser consecuentes, tenemos que poder defender lo que estamos diciendo. Y, para poder hacerlo, el rigor tiene que ser la base. Partía ya de eso. Y, con eso como base, pensaba en la gente que tenía a mi alrededor y en las preguntas que me iban haciendo, y quería que pudieran responderse a esas preguntas de manera sencilla y razonada. Explicar por qué no puedes hacer esto y cuál es la alternativa. Y también, por supuesto, poner en valor la importancia de la seguridad alimentaria. Que, a veces, la damos por hecho, se nos olvida. Porque es verdad que ahora no vamos al supermercado pensando “si compro esta leche, quizá tenga brucelosis”, y hace unas décadas sí lo teníamos que pensar. Lo damos por hecho y, si lo hacemos, es porque los sistemas de control son tan buenos que, como consumidores, podemos despreocuparnos hasta cierto punto. Porque tampoco vale de nada que la industria y la cadena alimentaria lo hagan bien y nosotros lo estropeemos en el último momento. 

MW: Esto es algo que dejas muy claro en el libro, a través de mensajes claros como ese “no me fío del supermercado, pero me como la albahaca que planto en mi terraza”.

BR: Sí (risas). Es verdad que estamos en un momento en el que nos llegan mensajes muy dicotómicos, O pensamos que la industria alimentaria es el demonio y nos quiere matar. O pensamos que es mejor tomar leche cruda… Ni lo uno, ni lo otro. La industria alimentaria trabaja para producir alimentos seguros. Si no, como la responsabilidad recae en ellos, tendrían un problema legal muy importante, como hemos visto con la crisis de la Listeria con la carne mechada. Tenemos que ser conscientes de que lo que hacemos en casa y las decisiones que tomamos también tienen una repercusión en la seguridad alimentaria. Y de que los alimentos que llegan a los mercados son seguros, pero nosotros en casa también tenemos que aplicar una serie de buenas prácticas. 

MW: Desde el punto de vista de escritora, ¿resulta muy complejo combinar ciencia, términos técnicos, etc. con ese tono cercano, con toques irónicos y de humor?

BR: Al final, los divulgadores científicos, en mi caso en temas de alimentación, creo que lo que tenemos que hacer es un papel de puente. Entre la evidencia y la investigación científica, el mundo académico, y la población general. Muchas veces esta población general e, incluso, los legisladores, no tienen un acceso directo a los estudios que se publican. No hay esa vía de comunicación entre ciencia y público, que debería haber. Porque, si no se conocen los progresos científicos y las investigaciones, no hay manera de aplicar esos conocimientos. Entonces, nuestra misión es hacer un poco ese puente. Un puente que pasa por documentar muchísimo primero y, luego, trasladarlo en un mensaje sencillo, pero veraz y riguroso. Y ese es un papel algo más complicado. Pero es verdad que, a medida que vamos trabajando sobre ello, ya encuentras el tono y tienes tus herramientas y tus trucos para conseguirlo.

MW: ¿Cómo ha sido el proceso? Hay referencias a la actual pandemia, lo que me indica que probablemente has tenido que revisitar capítulos ya cerrados, reorganizar, etc. 

BR: Por suerte, las pautas de higiene en cuanto a seguridad alimentaria son las mismas en pandemia y en no pandemia. Sí que he hecho algunos apuntes sobre este momento de la pandemia, pero son mínimos. Porque, ya digo, lo que nos protege de otras intoxicaciones alimentarias, no como la COVID -que no es alimentaria-, siempre son las mismas medidas. Y que se han mantenido en el tiempo y se siguen manteniendo. Por lo que no ha supuesto una revisión en profundidad. 

MW: ¿Qué te gustaría que la gente encontrara en ‘Come seguro comiendo de todo’? En mi caso, aunque este es un tema que me gusta, del que ya había leído, tengo la sensación de que puede ser un libro que me acompañe de aquí en adelante. Como las míticas 1080 recetas de Simone Ortega.

BR: Justo lo que has dicho. Una guía práctica de consulta ágil y rápida. Dónde puedas mirar rápidamente qué puedes o no comer si estás embarazada, por ejemplo. O a qué temperatura tengo que cocinar la carne picada. Ese tipo de cosas, que sean de consulta muy básica y rápida, y que esté fundamentada, claro, en datos científicos. Esa era justo la intención del libro, o sea que ¡misión cumplida!

“Cuando divulgamos, la intención no es que hagas lo que yo digo. Sino que tengas toda la información para tomar tu propia decisión libre

MW: Lejos de lo que se puede pensar, este no es un libro alarmista. Todo lo contrario. Además, siempre dejas la pelota en el tejado del lector, lo cual me parece maravilloso e inesperado. 

BR: Esto es algo que tengo muy claro en divulgación y que insisto sobre ello. Cuando divulgamos, la intención no es que hagas lo que yo digo. Sino que tengas toda la información para tomar tu propia decisión libre. Pero es que una decisión sólo es libre, por definición, si se basa en buena información. Y muchas veces es eso lo que nos falta, buena información. Creemos que tomamos decisiones libres cuando, en realidad, estamos tomándola en base a mensajes que no son veraces ni honestos. Y esa debe ser nuestra intención como divulgadores: dar la información y que sea la persona, con esa información, la que decida libremente. Debe ser nuestro máximo objetivo.  

MW: Los bulos nos llevan rondando toda la vida, pero ahora con más fuerza que nunca. Cuando la sociedad ha perdido la confianza en los medios de comunicación y vuelve a funcionar más el boca a boca que otra cosa, ¿cómo se combaten?

BR: Al final, sólo vamos a tener una herramienta para luchar contra la desinformación. Además, en todos los ámbitos. Y esa herramienta es el desarrollo de un pensamiento crítico y un criterio propio. Es lo único que nos va a proteger. Porque no podemos controlar de todo, de todos los temas. Cada uno tenemos nuestro ámbito de trabajo. Pero si desarrollamos un pensamiento crítico, si somos capaces de valorar la fiabilidad de las fuentes, si vamos más allá y no nos quedamos sólo en los titulares, eso sí que nos va a proteger de la desinformación. Más que pautas concretas, lo que tenemos que trabajar es ese pensamiento crítico. Conocer nuestros sesgos, nuestras limitaciones, cómo se busca captar nuestra atención… 

MW: ¿Qué nos falta como sociedad para saber comer bien, seguro, para tenerlo interiorizado? Leyendo, pensaba en lo útil que podrían ser clases sobre estos temas en los colegios. 

BR: Es verdad que ahora, con estas crisis sanitarias, está saliendo un poco a la luz el tema de la seguridad alimentaria. Que es algo que ha estado ahí, que en los últimos veintitantos años en la Unión Europea se está trabajando muchísimo sobre ello… Y, la damos por hecho, entonces la ignoramos. La pasábamos por alto. Ahora estamos empezando a preocuparnos un poco por estos temas. También es verdad que no recibimos en ningún momento una formación sobre esto, cuando sí que nos vemos en la obligación de manipular alimentos todos los días, aunque sea mínima. Sí que, al menos, tendríamos que ser conscientes de que parte de la seguridad alimentaria está en nuestras manos. Y ya con eso podemos, al menos, interesarnos en cuáles son las buenas prácticas. 

“Sólo vamos a tener una herramienta para luchar contra la desinformación. (…) Y esa herramienta es el desarrollo de un pensamiento crítico y un criterio propio

MW: Bueno, y ahora que has probado las aulas, televisiones y radios, medios y libro… ¿Dónde te sientes más cómoda?

BR: Cada plataforma o cada canal tiene sus ventajas, sus inconvenientes… Por ejemplo, al escribir artículos podemos profundizar muchísimo más, podemos explayarnos muchísimo más en un tema. Sin embargo, en radio o en televisión tenemos que condensar todo ese mensaje en un mensaje más corto, más claro, más dirigido. Pero, seguramente, si conseguimos sintetizarlo, llegamos a mucha más gente. Entonces, en cada canal desarrollamos unas habilidades diferentes y todas se complementan. Así que, si puedo, no renuncio a ninguno (risas). 

MW: ¿Cuál es el siguiente paso para Beatriz Robles? Una amante del conocimiento y de la divulgación, no para nunca.

BR: La suerte que tengo es que en ciencia y en alimentación la investigación sigue cada día. Entonces, cada día sabemos más cosas. La investigación sobre nutrición y alimentación es una ciencia relativamente reciente. No hemos tocado techo en el conocimiento. Así que creo que mi curiosidad se va a ver saciada durante mucho tiempo, porque es una ciencia en evolución en estos momentos. 

Rosa Suria
Periodista. Escribo y hablo continuamente de cine, series y música.

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