'A Song Called Hate'
LO MEJOR
- La valentía de la banda islandesa.
- El ritmo de documental nunca te deja atrás.
- No hace falta ser extremadamente explícito para entender lo que está ocurriendo.
- La transmisión del miedo que vivieron es excelente.
LO PEOR
- Ver de cerca el sistema global en el que vivimos. Está tan podrido que será irrespirable.
‘A Song Called Hate’ nos habla directamente de lo que somos y de lo que estamos construyendo como sociedad global. De aquello que señalamos y de lo que decidimos no reconocer. Un documental donde vemos el inicio de un proyecto, la valentía de hacer algo diferente y convertirse en referente. Aunque por el camino haya voces discordantes. Porque si callamos, si miramos hacia otro lado, estamos siendo cómplices de auténticas locuras. Y Hatari no lo quiso ser.
Aquel 18 de mayo de 2019, la banda islandesa Hatari hizo historia en Eurovisión. No solo por la revolución marcada sobre el escenario, con un espectáculo que ellos mismos definieron como “techno, anticapitalista y BDSM”, sino por el controvertido mensaje que quisieron transmitir. Consiguieron un merecido décimo puesto con un tema alejado de lo que conocemos como las ‘canciones eurovisivas’. Y quisieron alzar la voz y reivindicar lo que nunca debió ser así. Porque quizá, un Festival ‘apolítico’, como lo denominan algunos de los responsables, dentro del documental, no debería haberse realizado nunca en Israel. O no al menos bajo dichas condiciones.
La gala se celebraba en Tel Aviv (Israel) y durante las votaciones los miembros de la delegación de Islandia (primer país en el mundo en reconocer la soberanía de los territorios palestinos) mostraron una bandera de Palestina. Esta imagen llegó en directo a más de 200 millones de personas en todo el planeta. Un reto nada sencillo, pues el festival dedica grandes esfuerzos a mantener su imagen de espacio blanco. Y libre de ideología. Incluso, censurando canciones y amenazando con sanciones a aquellos países que pretendan politizar el concurso. La la delegación de Islandia esperó el momento adecuado. El instante en el que sabían que no podían ser censurados.
El atentado simbólico de Hatari, su gestación y el camino que recorrió la banda hasta llegar a Eurovisión son el tema principal de ‘A Song Called Hate’. Un documental dirigido por Anna Hildur que Filmin estrena, en exclusiva en España, el próximo 20 de mayo, justo en la semana en que se celebrará, en Amsterdam, la 65ª edición del Festival de la Canción de Eurovisión, y en un momento en que la situación en la franja de Gaza se ha recrudecido como nunca en los últimos años. “Ver a artistas jóvenes tomar posición e intentar crear un debate significativo a través de su arte me da esperanza, y la esperanza es preciosa”, afirma la directora sobre su película, la primera que dirige tras toda una vida trabajando en la industria musical.
‘Eurovisión’, ¿un festival ‘apolítico’?
Es complejo definir así un festival donde, desde hace años, se demuestra que da igual el nivel musical del artista o la calidad que pueda tener una letra o una melodía, porque no gana el mejor. No gana la mejor voz. O la mejor canción. Ni los votos resultan ser tan objetivos como deberían cuando quienes retransmiten la gala, predicen con exquisita exactitud el número de votos y el país destinado a ellos.
Es perfecto que quieran hacer creer que es un festival que solo se dedica a la canción. Es más, están en su derecho. Pero la realidad es bien distinta. Y hasta absurda. Y se ve claramente en el propio documental. Debes atenerte a unas reglas por mucho que esté ocurriendo algo atroz en el mismo país donde se celebra el gran evento. Porque nos quieren callados, ignorantes y silenciados. Una sociedad dormida es previsible. Mientras que una sociedad con una información objetivo es absolutamente imprevisible.
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