Era el plato fuerte para terminar una jornada apoteósica en el escenario del Share Music Fest en el Poble Espanyol y no era para menos. Si quieres animar y llevar el espectáculo a un nivel de excelencia y perfeccionismo tienes que hablar con Miki Nuñez. Al catalán no le importaba hacer doblete en menos de dos horas, él siempre estaba cargado de energía y ha sabido transmitirlo a un público que estaba esperándolo con ganas.

No es ningún secreto decir que Miki Nuñez es uno de los animales escénicos del panorama musical nacional. Pocas veces un artista que se dedica a recorrerse la geografía de un país cuenta con un directo tan bueno y que se escuche bien. Desde la primera canción ya nos confirmaba que íbamos a estar ante algo distinto hasta el momento. ‘La última palabra’ era el tema con el que daba comienzo uno de los conciertos más esperados y es que tanto él como la Dalton Bang siguen sonando a frescura y eso lo trasladan a un público entregado y que se dejaba hacer de todo.

Hablar de Miki Nuñez es hablar de fiesta y jolgorio, de vitalidad y energía. Eso está presente en cada una de sus canciones y sobre todo en unos asistentes que se les escuchaba más que al propio artista. Así se pudo confirmar con temas como ‘Eterno Verano’ donde la interacción con los asistentes era la confirmación de que estaba en uno de sus mejores momentos.

Todo esto lo confirmaba con uno de sus últimos temas ‘Diez minutos’, el cual levantaba a todos los asistentes sin importar la brevedad del lanzamiento.  Todo esto se podía ver con la primera balada de la noche, ‘No m’ho esperava’, un tema que permitía ver la gran versatilidad que tenía el catalán y que no se le resiste nada. En momentos donde parece que había alcanzado el máximo, Miki sorprende con una nueva versión.

Un broche final perfecto

El concierto llegaba a su ecuador y lo hacía con una de las canciones más potentes de su carrera musical reciente y que quizás es la menos valorada. La evolución sobre el escenario de Miki Nuñez es evidente y solo hay que ver ‘La venda’ , tema con el que alzaba la voz de un público completamente entregado y que vibraba con él.

Su paso por el programa de televisión no podía no estar presente, aunque fuese con varias canciones. ‘Prefiero’ de Antilópez, un tema que siempre le acompañará y con el que conocimos a esa persona tímida, gamberra y que tenía previsto sin saberlo que nos iba a conquistar a todos los allí presentes.

El punto álgido de la noche llegaba cuando Miki anunciaba que en los próximos meses ya llegaría su ansiado tercer disco y presentaba una de las canciones inéditas. Únicamente nos limitaremos a decir que pocas veces una balada puede tener giros tan sorprendentes y convertirse en una fiesta como ese tema. Le tenemos encasillado en un estilo muy concreto, pero Miki sorprende por su versatilidad y giros inesperados con uno de los temas que está destinado a convertirse en el próximo himno.

Fuera de tiempo, el concierto llegaba a su final de manera abrupta, y por petición popular cantaba ‘Escriure’m’. Sin duda, se trataba de uno de los mejores finales de conciertos posibles, y lograba que todo el recinto del poble Espanyol cantase al unísono un tema conmovedor de principio a fin.

No hay duda que todavía queda Miki Nuñez para rato aunque a muchos le cueste aceptarlo. Pocos artistas tienen los pies en el suelo como él y sabe lo complicado que es alcanzar el éxito que él ha logrado. Eso es un hecho, y solo hay que ver lo que se vivió en el concierto del Share Music Fest. Es muy difícil que el público se escuche más que el propio artista y eso fue una realidad en cada segundo que duró la actuación.