‘No te puedes esconder’ cuenta con varios elementos interesantes en su presentación. Uno de los estímulos es esa unión de fronteras anunciada desde el nacimiento de este proyecto que quiere resultar atractivo para todos los hispanos. Entre México y España, Telemundo ha planeado con sumo cuidado este thriller que se verá en todo el mundo y que tiene a muchas estrellas en su reparto. Blanca Soto y Eduardo Noriega lo encabezan, pero también encontramos a Maribel Verdú e Iván Sánchez, por mencionar algunos.
Esta ficción gira en torno al personaje de Blanca Soto, una mujer que debe huir de México para proteger la vida de su hija, también su propia vida, y que establece un nuevo principio en Madrid. Todo parece ir bien, pero el pasado no olvida. Y te persigue. Y no te puedes esconder. Tendrá que enfrentarse de nuevo a grandes peligros, con personas a su lado que nunca hubiera imaginado, y al temor de perder lo que más quiere.
‘No te puedes esconder’ funciona como un producto de entretenimiento por lo evidente. Reúne todos los ingredientes necesarios para la construcción de un thriller que promete maratones; acción, personajes atractivos en varios sentidos, un pasado misterioso que el espectador querrá conocer, un misterio que hay que resolver, episodios que terminan arriba para que no tengamos más remedio que ver el siguiente, aunque solo sea por saber qué pasa.
La calidad técnica y el esfuerzo invertido en cada escena es innegable, como lo es el talento actoral al que se recurre para construir unos personajes que no terminan de despegarse del arquetipo clásico presentado desde hace años. Los secretos que esconden, uno de esos reclamos que siempre funcionan, condicionarán los acontecimientos que se desarrollarán en los capítulos venideros.
Tiene acción, tiene misterio y tiene la fuerza de Blanca Soto, de Eduardo Noriega, de todo el reparto. Tiene gancho, sobre todo si uno quiere engancharse. Es un thriller clásico, casi podríamos decir que típico, aunque esto no es necesariamente malo. Gustará a quien busque una trama entretenida, y además está bien hecha.
Más allá de esto, no me dice mucho más. Podría participar en ese potencial maratón obligatorio que parece prometer con su presentación, pero creo que lo haría sin la emoción que uno siente cuando está dentro de algo. No me he sentido dentro de esta historia, tal vez porque es demasiado rápida para mi gusto (ya que, según me dicen, me gustan las cosas cocinadas a fuego lento) o tal vez porque he visto demasiadas cosas iguales y solo puedo asistir con una agradable serenidad al visionado de una más. El primer capítulo de ‘No te puedes esconder’ no me disgustó, en absoluto, pero tampoco me emocionó. Eso sí: veré el segundo, por confirmar o descartar sensaciones y porque la idea de la que parte, la unión de fronteras, me interesa tanto como a sus responsables.
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